Las cláusulas «anti Piqué» serán impuestas por parte del club a los nuevos contratos de sus futbolistas
Los recién llegados no pueden compatibilizar el fútbol con otras actividades ni participar en redes sociales mientras están concentrados
Los nuevos tiempos, con sus novedosas tecnologías y su creciente globalización, han provocado una reacción en los clubes de fútbol, que buscan salvaguardar sus intereses acotando quirúrgicamente los derechos y obligaciones de los jugadores. Sus contratos laborales pueden alcanzar la treintena de páginas y, además de recoger sus retribuciones económicas, también delimitan aspectos como sus derechos de imagen, normativas federativas, derechos de expresión, cuestiones relativas a la asistencia médica, cláusulas de confidencialidad, prohibiciones taxativas (relativas a actividades en tiempo de ocio, al comportamiento fuera del club o al consumo de productos nocivos) e incluso condiciones de exclusividad. Cada vez más, los clubes quieren evitar la dispersión de sus estrellas. Lo advertía Camacho cuando era entrenador del Espanyol, hace casi 25 años. «Los futbolistas son empresarios que en su tiempo libre se dedican a jugar al fútbol», ironizaba el técnico cada vez que uno de sus jugadores acudía a un acto comercial.
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