Golf

Un chivato milimétrico para el golf

Los torneos de la PGA permitirán el uso de los láseres para medir las distancias

Miguel Ángel Barbero

En el mundo del deporte profesional ya se ha instalado la tecnología de manera definitiva. Lo que prima es el espectáculo y no hay vuelta atrás en cuanto a lo que se les ofrece a los aficionados. Cuando se ha llegado al punto de controlar las presiones de los neumáticos o la potencia de los fórmula 1 y de comunicarse por radio con los pilotos, de pitar o no un penalti o de dar un saque por válido en función de lo que diga el ojo de halcón es inútil reavivar el debate de si se está acabando con la pureza de los reglamentos originales.

Los últimos en dar el salto hacia la evolución tecnológica han sido los rectores de la PGA de América , organizadores de tres majors de golf (el PGA Championship, el KPMG femenino y el PGA Senior), que han decidido permitir la utilización de los telémetros en sus torneos desde este mismo año. Estos medidores de distancia, basados en la tecnología láser, ofrecen las medidas exactas desde la bola a los puntos seleccionados (trampas de agua o arena, comienzo de green o bandera) sin necesidad de hacer cálculos matemáticos de sumas y restas en función de las anotaciones realizadas por jugadores y caddies en los días de prácticas. Hasta ahora estos aparatos se estaban permitiendo únicamente en las pruebas amateurs, con una única excepción profesional. «En el Santander Golf Tour permitimos los medidores desde el año 2018, fuimos pioneros en eso -señala Íñigo Aramburu, promotor del circuito nacional femenino- porque facilita el juego, la velocidad en la medición y la precisión. El golf de alta competición no debe quedar excluido del avance tecnológico».

Tecnología de uso común

Estos láseres se utilizan desde hace años en los torneos amateurs y son una de las herramientas principales en la bolsa de un jugador, como señala el responsable de golf de Decathlon, Ángel Blázquez , que los vende como producto estrella en sus tiendas. «En el golf diario el uso de los GPS y los medidores ya revolucionó el mercado en los años 2009 y 2010 y ayudó a generar mayor dinamismo en el juego. El mundo evoluciona en todos los sentidos y el conocimiento de las distancias para cada vez tener más información es algo que los jugadores valoran». Esta opinión la refrenda el director técnico de la Federación de Madrid, Carlos de Corral , que es la que suma más federados en España, cerca de 83.000. A él le parece normal que una práctica habitual para ellos se traslade también al más alto nivel competitivo, porque «ya es hora de que se vayan normalizando las cosas». «Si todo el mundo los utiliza en los entrenamientos lo lógico es que se permitan también en las competiciones».

Sin embargo, esta tendencia no había calado hasta ahora en las organizaciones del más alto nivel. «A título individual yo siempre he defendido su utilización -indica José María Zamora, director de torneos del Circuito Europeo-, pero en el Tour nunca los han permitido, no sé por qué. Yo creo que se ganaría en rapidez y no costaría nada probarlo, a ver qué pasa». Además, aparte de la mejora en la velocidad del juego, pues la lentitud es una lacra que hay que combatir a todos los niveles, hay quien le ve otras ventajas a tener siempre las medidas exactas a mano. Es el caso de la olímpica Azahara Muñoz: «A mí, en concreto, me va a venir bien, porque hay veces en las que estoy un poco nerviosa y no acabo de confiar en las cifras que me da el caddie y tiendo a discutir con él; pero si la máquina me lo dice exactamente, ya no tendré ninguna duda al respecto».

De todas formas, no todas las opiniones van en la línea de permitir los telémetros, pues hay quien considera que igualan injustamente a «los jugadores que saben medir correctamente las distancias y los que no, cuando saber calcularlas es un importante lance del juego. Es una pena que primen los intereses económicos sobre el espíritu del juego», se lamenta Pablo Chaves, director de arbitraje de la Real Federación Española de Golf.

El LPGA será el siguiente

En el PGA Championship de Kiawa Island, donde Colin Morikawa defenderá título del 20 al 23 de mayo, saldremos de dudas. Sobre todo en lo referente al ritmo de juego, ya que precisamente en Estados Unidos no es algo en lo que pongan mucho interés en mejorar. «Me temo que al final habrá quien mida la distancia con el láser y luego cuente los pasos para cerciorarse de sus notas, con lo que incluso se tardará más en plantear los golpes», sospecha Azahara. Pero parece evidente que el resto de los tours seguirá los pasos de la PGA de América si la prueba sale bien. «Por lo que nos han dicho, en el LPGA van a permitirlos en un futuro inmediato, quizá este mismo año por lo que tendremos que irnos acostumbrando a utilizarlos», concluye la malagueña.

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