Bádminton
Carolina Marín: «Hubo miedo, incertidumbre, y todavía merece más la pena ahora luchar por el oro en París»
La jugadora habla sobre la lesión y cómo le ayuda expresar lo que siente para entender el proceso; se ha puesto el objetivo regresar para el Mundial de Huelva
![Carolina Marín](https://s1.abcstatics.com/media/deportes/2021/06/30/marin-kbGG--1248x698@abc.jpg)
El deporte no ha tenido compasión con Carolina Marín , con una lesión durísima en la rodilla que frustró su sueño olímpico. A solo dos meses de viajar a Tokio. Una adversidad más que la jugadora utilizará, como siempre, a su favor para reconstruirse y mirar con optimismo a París 2024, una cita que ya tenía prevista antes de la lesión y que ahora la tiene como objetivo vital. «Yo quería el oro olímpico y ahora son tres años, en lugar de cuatro, lo vemos en el lado positivo», admitió la jugadora en una sesión del Santander Work Café del Paseo Recoletos de Madrid. «Por el momento pasar esto merece la pena segurísimo. Soy cabezona y ahora que no puedo ir a por la medalla de oro en Tokio, todavía más merece la pena ir a por esa medalla en París ».
No obstante, ha sido un golpe muy duro. «No ha sido fácil, las cosas como son. Ha sido más duro que con la otra lesión. Sobre todo porque a dos meses de los Juegos el sueño que yo tanto quería se va todo a la basura. Los primeros días me costó muchísimo por eso. Han sido dos años muy complicados, con obstáculos muy difíciles , pero ya está más que asumido y sé que este bache lo voy a superar. Mañana se cumple un mes de la operación y los médicos me dicen que todo va bien. Ya puedo caminar, pero esto es lento. Con ganas y paciencia», recordó sobre esos primeros momentos de la lesión.
«Sí, ha sido muy duro. Cuando caí escuché el crujido. La situación me desbordó, me agobié. Sabía que todo estaba en peligro. Llegué al hospital y me dijeron que no era solo una cosa, es que me había roto todo. Fue un viernes por la mañana y lo pasé muy mal. Hubo momentos de desesperación. Incertidumbre porque no sabes cómo va a salir todo esto. Inseguridad, un poco de miedo, de volver como antes o no. A ningún deportista le gusta pasar por esta situación. Pero creo que hay que afrontarlo, echar todas las emociones hacia fuera. Si te lo guardas, creo que te haces más daño . Es algo que tratamos con María, mi psicóloga. Le transmito todas las emociones que tengo, expulsarlas, creo que te benefician para entender la situación en la que estás», explicó lo que le pasaba.
Busca fechas de regreso, aunque sin presión. « Me encantaría estar para el Mundial de Huelva . Se iba a hacer la úlsima semana de noviembre y primera de diciembre y ahora se va a celebrar a mitad de diciembre y de momento me pongo ese objetivo. Cuando se vaya acercando la fecha veremos si estamos para competir. Es el objetivo que me impulsa, sobre todo en los días que no duermo bien por la incomodidad de la pierna. Y ojalá subamos a lo más alto del podio».
Su entrenador, Fernando Rivas , se enteró de la lesión mienrtas preparaba las novedades y la estructura del entrenamiento. Él estaba, además, confinado por coronavirus. «Habíamos tenido una videoconferencia para explicarle una cosa, estuve con unos matemáticos en una reunión y me llamó Anders, colgué, me volvió a llamar, volví a colgar y luego llgó un mensaje 'urgente'. Llamé y ya me dijo que Carolina estaba llorando en el suelo 'me he roto, me he roto' ».
En este caso también se han visto afectados los meniscos porque lo que la jugadora tiene que aplicar la paciencia que ya desarrolló en la primera lesión. «Llevo ya dos años que ya está bien, ¿no? A veces no sé si me ha venido bien la experiencia porque igual voy con menos miedo y a lo mejor voy más rápido de lo normal. En la primera vez era todo con mucha más precaución. Ahora no , desde el tercer día de la operación ya pisé y he hecho más cosas de lo normal. También voy sabiendo qué cosas puedo hacer o cuándo ser más paciente», explicó la jugadora.
Volver, como siempre, más fuerte
Por el momento, no ha vuelto al bádminton al ser su pierna dominante y que la rodilla todavía está algo hinchada. Por el momento, se mantiene bien físicamente, con doble sesión en casa mañana y tarde. Hasta que pueda volver a la pista.
«Hay que salir de la zona de confort. Yo el primero para sacarla a ella. Inventaremos cosas. Ella sabe que siempre estoy dándole vueltas a las cosas y ya hay algunas cositas preparadas. Son procesos más difíciles de lo habitual, o se hacen muy tediosos o se hacen más atractivos. Sí habrá cosas que variaremos porque nosotros llegmaos a un punto y ya somos otra persona diferente. Aunque la idea sea casi la misma, pero con ingredientes diferentes. Sí, habrá sorpresas », admitió Rivas. «La gente cree que somos como robots, y mostrar de vez en cuando ese lado más humano hacemos que mucha gente empatice. Me ha abierto un poco más a mí también, y me gusta que pueda ayudar a los demás, que no estamos solos».
«En 2019 me lesioné y tuve muy poco tiempo para subir en el ranking. En febrero mi padre tuvo el accidente, después falleció y quizá es que estos Juegos no eran para mí», bromeó Marín. «Aprender voy a aprender de este proceso y todo lo bueno me lo llevaré a la pista, que seguro que me hace falta y me servirá».
Las 24 horas se pueden hacer muy largas, pero Marín no ha parado: «Dos horas por la mañana y dos por la tarde de entrenamiento físico. Más las sesiones con la psicóloga. Empecé ayer en la piscina. Hasta que pueda llegar a la pista, seguiremos así». Pero tampoco Rivas, al que le ha cambiado la agenda por completo: «El día a día ha cambiado bastante: sesiones telefónicas y visitas. Y dedicándome a cosas que normalmente no puedo hacer, desarrollo del programa de talentos, a ver si podemos sacar a alguien que si no es Carolina, que se parezca un poco. Ideando cómo sacar de la zona de confort».
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