Mundial de Ajedrez
Carlsen y Nepo bailan agarrados
Tablas sin mucha chicha y sin emoción antes de encarar las cuatro últimas partidas del Campeonato del Mundo
Ocurre en todos los deportes. El marcador está decidido (6,5 a 3,5) y todo el mundo desea que la lucha termine antes de que nadie resulte herido. Si alguna mínima oportunidad le quedaba al ruso para levantarse, sin embargo, pasaba por frenar la sangría. Magnus Carlsen fue práctico (y generoso) y no se aprovechó de un rival grogui. Incluso le ayudó a mantenerse en pie, pese a llevar las piezas blancas. Cuatro pasos más y los dos habrán cruzado la meta, el noruego con 1,2 millones más en el bolsillo y el ruso con 800.000 euros y una experiencia difícil que contar a los nietos. Jugar una final del Campeonato del Mundo de Ajedrez no es ninguna tontería.
Si no se presentara a las ruedas de prensa, por cierto, le quitarían el 5% del premio, nada menos que 40.000 billetes. Su deportividad es encomiable, pero está patrocinada. Este miércoles, su respuesta más ingeniosa se produjo cuando le preguntaron qué haría distinto si el Mundial volviera a empezar y dijo: «Perder menos y ganar más» , dijo. También anunció que luchará hasta el final: «Me quedan un par de partidas con blancas, un par de intentos. Por supuesto, depende de lo que haga en la próxima partida, pero hoy la idea era jugar normal y tratar de no volver a cometer un error de una jugada».
Antes de contar un poco cómo fue la décima partida (solo quedan cuatro), conviene detenerse un poco en dos de los análisis más interesantes vistos hasta ahora. El primero es polémico y es obra del gran maestro Iván Salgado , que cuenta para 'La Voz de Galicia' su visión de lo que ocurre en Dubái. Según el gallego, entrevistado en ABC más de una vez, uno de los mayores problemas del ruso es su bajo estado de forma... física. «Ir con sobrepeso a un Campeonato del Mundo es una falta de respeto hacia ti mismo, sobre todo si estás jugando contra Magnus Carlsen, una persona que te va a agotar hasta la saciedad, que va a presionarte una y otra vez... si hace falta 140 jugadas».
Esto se añade a las críticas que ha recibido siempre Nepo, incluso de sí mismo, de ser poco trabajador. Su talento es inmenso, como demostró ganando a Carlsen los dos Mundiales que le quitó cuando ambos eran dos chiquillos. En el ajedrez adulto, no basta el talento y el candidato ha estado impreciso y perezoso. Ha jugado demasiado rápido, una buena manera de presionar con el tiempo, pero una bomba, por supuesto de relojería , por la posibilidad de acumular errores contra un enemigo implacable.
Misión imposible
El otro diagnóstico no está basado en datos empíricos y corresponde al gran maestro británico Jonathan Rowson , autor de algunos de los mejores libros de ajedrez escritos en los últimos lustros. En su opinión, «aquellos que ven en los errores de Nepo en las últimas dos partidas una señal de la fuerza ajedrecística del aspirante están completamente equivocados». «Lo que estos errores revelan es el límite del sistema nervioso humano cuando es forzado a enfrentarse a un rival superior día tras día». En efecto, ganar a Carlsen no está ahora mismo al alcance de casi nadie y el aspirante que le ha tocado no es el más duro posible. Una vez perdida la primera partida, la aparente fortaleza de Nepo puede que no fuera otra cosa que la tranquilidad de saber que ya no tenía nada que hacer. Por supuesto, lo ha intentado. Y ha sido peor.
Con todas estas cartas sobre la mesa, no era difícil apostar por unas tablas rápidas en la décima partida . Se llegó a la jugada 41, número engañoso porque solo gastaron un par de horas y porque se sabía el resultado casi desde el décima movimiento, sobre todo después de ver sobre el tablero una nueva defensa rusa. La tablífera apertura discurrió además por vías distintas a las del octavo duelo. Hubo un momento, en la jugada 8, en que Magnus pensó durante 19 minutos si cambiar damas o adentrarse en las posibilidades más críticas, aunque solo fuera por curiosidad, para ver qué tenía preparado el equipo ruso. Optó por la prudencia y todos supimos que el empate solo lo podía evitar Nepo, para mal.
La noticia del día fue la posible suspensión del Mundial de Rápidas , previsto para el mes de diciembre. La FIDE busca contra el crono una nueva sede, después de descartar la ya anunciada de Kazajistán debido a la incidencia del coronavirus en este país. Las nuevas medidas impuestas allí obligaría a todos los jugadores a pasar una cuarentena de siete días, completamente inviable.