Automovilismo
Carlos Sainz: «No se puede estar acabado con 58 años»
El piloto reividinca la sabiduría veterana y la trayectoria que le valió el Princesa de Asturias del Deporte
El año viene dulce para Carlos Sainz (Madrid, 58 años), un veterano con más de 35 primaveras activo en el deporte de elite. El Dakar, el fichaje de su hijo por Ferrari, el Premio Princesa de Asturias, elegido mejor piloto de rallys de la historia... Motivos de sobra para charlar con ABC.
—Después de todo lo que ha ganado y vivido, ¿por qué le hacía tanta ilusión el Premio Princesa de Asturias?
—Siendo español, tiene fácil respuesta. El Princesa de Asturias es probablemente el máximo reconocimiento a una trayectoria deportiva que te puede hacer tu propio país. A veces el ser español no ayuda porque es muy difícil al ser un galardón internacional. El jurado no lo tiene fácil.
—Es un premio controvertido. Nombres que faltan, alguno que sobra…
—No lo sé, es una labor complicada para el jurado al poder elegir entre tantos deportes y deportistas, individual y colectivamente. Hay que respetar y acatar sus decisiones.
—¿Cree que en España se le ha reconocido el mérito siempre?
—Me he sentido bastante reconocido y sinceramente lo digo, no tengo ningún motivo para quejarme del trato de los medios. He sentido el afecto por la calle de la gente.
—¿Siempre ha sido así, incluso en sus peores momentos?
—Bueno, ya sabemos que hay gente que le gusta recordar en un momento dado cuando perdí el Mundial a 300 metros. Puede haber bromas, pero yo siempre me he sentido muy reconocido.
—¿Nunca le molestaron esas bromas?
—No. Para nada.
—¿De dónde saca motivación y hambre para competir con 58 años? Son genes, educación?
—Es una cuestión de pasión por encima de todo. Me gusta tanto lo que hago que me da la suficiente motivación y energía para prepararme al máximo nivel. La palabra adecuada es pasión.
—Se fue del Mundial de rallys y no se volvió a hablar de este deporte en España. Y lo mismo con Ballesteros y el golf, Alonso y la F1. Somos un país de ídolos, no tanto de deportes ¿Falta cultura deportiva en España?
—No lo creo. Cada vez menos. En España se vive el deporte con intensidad, los medios de comunicación se ocupan bastante del deporte… Pienso lo contrario. En España hay bastante cultura deportiva. Es natural que determinados deportes cobren más protagonismo cuando algún deportista destaca. Es humano, normal. Por ejemplo, el bádminton, un deporte desconocido hasta hace poco… Es natural que ahora los medios y los aficionados giren la cabeza hacia Carolina Marín.
—¿Y los patrocinadores?
—Es un tema más conflictivo. Para cualquier deporte, los patrocinadores son fundamentales y una ley de mecenazgo más importante, más clara, más fácil, sería muy bienvenida para todos.
—Viene usted reclamando esa ley con insistencia...
—Sí, es verdad, pero de momento no me han hecho mucho caso.
—Como viajero y cosmopolita, ¿no cree que en España nos queremos poco? Que falta autoestima de país.
—Es una pregunta amplia. España nos gusta mucho a los españoles y a todo el mundo porque somos un país único, pero a veces tenemos que llegar a un extremo para unirnos, para que se note. Probablemente hay otros países que sienten más esa unión. Convendría sin duda estar más unidos y tratar de ayudar más, hombro con hombro, a hacer una España mejor.
—¿Nota en algún detalle físico que la edad le limita al conducir?
—Hombre, tengo muchas heridas de guerra. Sería estúpido y necio pensar que el tiempo no pasa para mí. Obviamente sigo pensando que si me preparo bien y entreno mucho, tengo opciones de ganar el Dakar. Si me pongo a recordar cómo era con 22 o 25 años, pues imagínate la comparación ahora con 58… Lo notas en el tiempo al recuperar una lesión y en ciertas capacidades. El cuerpo se va resistiendo, no está preparado como con 25 años.
—¿Siente que puede inspirar a la población veterana, a esa gente que se queda sin trabajo o sin recursos?
—No sé si inspiración es la palabra adecuada… Siento que mucha gente me ha parado por la calle y espontáneamente me dice: «no sabes lo que me alegro de que gente de nuestra edad todavía triunfe». Con 58 años no se puede estar acabado. De alguna manera, sí puede ser una reivindicación para los veteranos. Tenemos mucho que decir y que hacer.
—¿Ha aprendido más de los títulos o de los fracasos?
—De las dos cosas. Hay que analizar por qué se gana y por qué las cosas no salen bien. Y pasar página. No puedes quedarte pensando que eres el mejor cuando ganas y llorar o amargarte cuando pierdes. Si no pasas página, seguro que fallas a la siguiente por pensar demasiado en el éxito o el fracaso.
—¿Cuál fue la base de la educación que le dio a Carlos jr y a sus hijas?
—Imagino que como todos los padres: esfuerzo, disciplina y familia. Ser buenas personas. Hacer el bien, ponerte en la piel del otro, los pilares básicos de una buena formación.
—¿Qué es lo que más le gusta del Dakar? ¿Y lo que menos?
—Lo que más, la competición, el primer día, la carrera, el desafío de ganar. Y lo que menos, esperar un año para volver.
—Si coinciden en la tele una etapa del Dakar, una carrera de F1 con su hijo y un partido de la Champions del Madrid, ¿qué elige?
—Probablemente la carrera de F1.
—¿Y si le dan a elegir entre ganar el Dakar o que Carlos gane en la F1?
—Estas cosas son hipótesis, irreales… ¿Tú, a cuál de tus hijos quieres más? Es un pregunta trampa porque no debo elegir, ja, ja, ja.
—Vaya año llevan en casa Sainz. El Dakar, el fichaje de Carlos por Ferrari, nombrado mejor piloto de rallys de la historia, el Princesa de Asturias… Difícil de igualar.
—No podemos quejarnos de nada. Nunca me he quejado, ni cuando han ido las cosas bien, regular o mal. Ha sido una buena etapa. También agridulce porque ha sido amarga para todos. Y hay negocios, personal, está siendo duro para los españoles y la sociedad. Cuesta disfrutar con lo que se ha sufrido...