Natación

De campeón olímpico a asaltante del Capitolio

El estadounidense Klete Keller fue identificado y acusado por las autoridades estadounidenses por los acontecimientos sucedidos en Washington D.C.

Klete Keller, tras una prueba de natación en los Juegos Olímpicos

P. Lodeiro

Casi tan impactante fue el conglomerado que asaltó el Capitolio de los Estados Unidos el pasado 6 de enero como el propio acto en sí. Una mezcla indescifrable de símbolos (desde el neopaganismo hasta las banderas de la Guerra Civil) y voluntades que dieron paso a imágenes para el recuerdo. Tal fue la repercusión y la gravedad de la acción que el gran hermano, además de identificar a los principales abanderados de la insurgencia de Washington, ha arrojado a la palestra informativa una figura, deportiva, hace tiempo olvidada. Klete Keller fue uno de los nadadores más reconocidos de la primera década de siglo, tanto por éxitos personales como por ser escudero de uno de los mejores deportistas olímpicos recientes, el también estadounidense Michael Phelps. Keller, que desde su retirada estaba desaparecido del mapa, era uno de los asaltantes del icónico edificio.

El deportista, nacido en Las Vegas hace 38 años, fue captado por una de las cámaras que grababan la protesta ya dentro del Capitolio. Entre los cientos de personas emergió un hombre alto, con barba y enfundado en una chaqueta olímpica de los Estados Unidos, lo que llamó la atención de las autoridades. Keller, poco después del incidente, cerró varias de sus cuentas en las redes sociales, donde ocasionalmente ponía mensajes en favor de Donald Trump. A raíz del asalto al Capitolio, el medallista ha sido acusado por las autoridades de conducta violenta , alteración del orden público y por obstrucción a la aplicación de la ley. Actualmente, según medios estadounidenses, trabajaba como contratista para una empresa en Colorado Springs, en el estado de Colorado. Nadie ha conseguido contactar con él desde entonces.

El nadador cuenta con una extensa carrera. Compitió en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, Atenas 2004 y Pekín 2008, siendo medallista en estas últimas dos citas, concretamente en la modalidad de relevos 4x200, con dos piezas de oro y una de plata, palmarés aderezado con un bronce en los 400 libres individuales. Para el recuerdo queda su mítico cara a cara con el australiano Ian Thorpe en la capital griega. Tras una gran actuación de Michael Phelps, Keller se enfrentó en la última tanda de relevos al nadador oceánico, al que le aguantó su empuje para acabar proclamando a Estados Unidos campeón de la prueba. Toda una gloria disipada por un retiro difícil, pues el deportista se divorció, acumuló varios trabajos y acabó por convertirse en un sin techo y vagando por el país . «No sé a dónde ir, porque realmente no tengo un lugar a dónde ir, así que solo viajo para ver a las personas más importantes de mi vida, buscando consejo y una dirección», explicaba Keller en una de sus últimas entrevistas. «No podía permitirme un lugar, así que viví en mi coche durante casi un año. Mido casi dos metros, así que fue todo un desafío crear una cama en la que dormir. Pero hice que funcionase».

Lo cierto es que Keller no fue el único deportista profesional identificado en el Capitolio. Una imagen, entre otras muchas, que se hizo viral fue la de un hombre, ya entrado en años, soplando un cuerno de animal en las cercanías del edificio mientras las rayas y estrellas de la bandera estadounidense le envolvían. Ese era David Wood , exjugador del equipo de baloncesto del Barcelona en los años noventa, con el que ganó una liga ACB y fue subcampeón de Europa. También militó en las filas de equipos españoles como Unicaja y Murcia, además de ser medallista de bronces con la selección estadounidense. Wood, tras la repercusión de su aparición, pidió disculpas en las redes sociales.

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