Golf
El British, tras los pasos de Seve
El torneo más antiguo vuelve a la zona de Liverpool, clave en los triunfos de Ballesteros
En España existe la Costa del Sol, transformada en los últimos años en la «Costa del Golf» merced al centenar de campos que se despliegan por el litoral malagueño y gaditano. Atraen a numerosos jugadores de todo el mundo por la calidad de sus recorridos y por la garantía de un clima espectacular durante todo el año. Pero no es el único país que presume de contar con un conjunto de campos que hacen las delicias de los aficionados por diversos motivos. En Inglaterra, la zona de influencia de Liverpool también cuenta con la misma denominación. En su entorno se sitúan una veintena de los mejores campos de las islas. En este caso se trata de campos naturales (conocidos como «links») que mantienen el diseño con el que se crearon en el siglo XIX. Al ser esta la isla en la que nació el golf, se respira historia por todas partes y el ambiente de estos clubes clásicos es claramente especial.
Aquí hay tres joyas de la corona, los tres campos reales que acogen el Open Británico en su rotación actual:. En sus calles se han celebrado 32 ediciones del torneo más antiguo del mundo desde 1897 y otras cuatro de la Ryder Cup. Por eso, después de dos años en los que el «British» ha estado en tierras escocesas, el regreso de este año a Southport es más que deseado.
Las dunas del golf
El campo de Royal Birkdale, que desde el jueves recibirá la acción de los mejores golfistas del mundo, está situado permanentemente en la lista de los mejores del mundo. Aunque data de 1889 y fue remodelado en 1922, su relación con el Open comenzó en 1954 y, desde entonces, ha sido la sede más repetida junto con St. Andrews y Royal Lytham. Este año será el décimo torneo que acoja y el ganador acompañará en el palmarés a figuras tan ilustres como Peter Thompson, Lee Treviño o Tom Watson. El último vencedor, en 2008, fue Padraig Harrington, en una edición que tuvo el atractivo de ver cómo un Greg Norman con 53 años estuvo a punto de batirle.
En la misma zona del noroeste inglés (www.visitbritain.com) se encuentra Royal Liverpool, que en su dilatada vida ha recibido doce ediciones de la prueba. Los últimos vencedores han sido Tiger Woods y Rory McIlroy , lo que da idea de la calidad de un recorrido que discurre en una lengua de tierra frente al mar y que vivió una situación muy especial en 2006, cuando Severiano Ballesteros se despidió del Open y llevó a su hijo Javier de «caddy». A pesar de no contar para el triunfo y de no superar el corte, era impresionante ver cómo el público se levantaba y aplaudía emocionado al pasar el cántabro, en un homenaje para recordar.
Donde se tiene siempre presente al de Pedreña es en Royal Lytham. Allí ganó dos de sus tres jarras de clarete y, la primera de ellas, de una manera espectacular: con un golpe desde el aparcamiento que entró en los anales de la historia del golf. En la última edición (2012) otro veterano, Ernie Els , sacó partido de su experiencia y le robó la cartera a Adam Scott en los hoyos finales. Ese es otro de los atractivos de estos «links», en los que nunca hay que confiarse. La naturaleza tiene mucho que decir. Es golf en estado puro.