Baloncesto - Copa del Rey
El Barcelona triunfa en la tempestad
Los azulgranas, liderados por la frialdad de Mirotic y Laprovittola, se enfrentarán al Real Madrid en la final tras un partido durísimo contra el portentoso UCAM Murcia, que tuvo contra las cuerdas a los catalanes durante el nudo del duelo
Crónica
El Barcelona se llevó un partido durísimo contra el Murcia y jugará mañana (18:30 horas, #Vamos ) la final contra el Real Madrid. Gloria pese a la derrota del UCAM, que aun arrollado por los azulgranas en la primera parte supo rehacerse y remontar una desventaja de 16 puntos. Fueron Mirotic y Laprovittola quienes sostuvieron a los catalanes cuando el chaparrón era descomunal, ejercicio de frialdad y determinación extraordinario del montenegrino y el argentino. Pese a que estuvo contra las cuerdas, el Barcelona acabó por llevarse el partido con cierta soltura y se medirá mañana a su eterno rival una vez más por la Copa del Rey.
Repitió Jasikevicius su ecuación copera, con tres bases de inicio. Poco importa, porque parece que el lituano ha conseguido convencer a su falange de que sigan al dedillo su plan, sin importar cuál sea su dorsal o talento. Las estrellas defienden y los secundarios se lucen en ataque. La defensa más milimétrica contra el ataque más alegre, el del Murcia, despojado esta temporada de su fama histórica de equipo hostigador, convertido hoy en la mejor máquina anotadora de España . Se impuso de primeras el candado azulgrana condimentado con el efecto Laprovittola, renacido en Barcelona el argentino tras su irregular paso por el Madrid. Mirotic centraba todas las miradas de los murcianos y el base picoteaba el aro rival a placer. Partido de caídas, punteos y fricción, una semifinal de Copa al fin y al cabo. El UCAM vivía de la larga distancia, pues acercarse al aro del Barcelona era como adentrarse en la guarida del lobo. Mímica de los catalanes, desatados desde la línea de tres, de todas las posiciones en realidad. 32 puntos en un cuarto por 16 del Murcia . Puesta en escena terrorífica del Barcelona.
Ante la sangría, optaron los del Levante por cerrar filas por dentro y dejar libre a los tiradores menos fiables del Barcelona. Fallaban Calathes y Sergi Gómez y el UCAM enganchaba varias canastas consecutivas, bien liderado por el rumano Emanuel Cate . Rugía el pabellón, con vascos, gallegos, murcianos y madrileños volcados en cuerpo y alma contra todo aquello que llevase los colores del Barça. Pulsaciones al alza tras un profundo corte en la cabeza de Calathes y una técnica a Sito Alonso. Perdían terreno en lo emocional los de Jasikevicius, con Laprovittola y Sanli como únicos atisbos de estabilidad. Todo plan, sin embargo, caducó cuando el microondas oficial de la Liga Endesa, Thad McFadden , entró en ebullición. Tres triples en menos de dos minutos del estadounidense reiniciaron por completo el partido. Laprovittola, seda y hielo, aflojó la soga que se cernía sobre el cuello del Barcelona justo antes del descanso con dos canastas de bella factura (49-55).
Un frenético intercambio de canastas, con la palma abierta, marcó el inicio de la segunda aparte. Miradas beligerantes entre ambos bandos mientras Sadiel Rojas prendía la mecha en las gradas . Precioso partido, con todas las especias en la olla. Las defensas eran tan apretadas que muchos tiros entraban sobre la bocina. Mirotic, asesino silencioso, seguía sumando puntos y seriedad en sus propósitos pero la ventaja del Barcelona nunca superaba los cinco puntos. Ganaba terreno el Murcia en las segundas oportunidades, empachado de rebote, convirtiendo el parqué en un campo minado para los azulgranas y Bellas, con un triple impresionante, puso por delante al UCAM tras remontar una desventaja de 16 puntos. Lima atravesó a Smits como si el rocoso letón fuese un campo de trigo y reventó el aro pese a la falta. Sudores fríos en Barcelona tras el tercer cuarto (73-72) y frialdad en la muñeca de Mirotic, caudillo el montenegrino cuando más lo necesitaban sus compañeros.
Pedía el balón el balcánico sin mesura porque el Murcia no aflojaba ni un pelo. Kuric , que tuvo que abandonar el partido en el tercer cuarto por unas molestias en el omóplato, anotó cinco puntos seguidos, toda una inyección de adrenalina tras estar los azulgranas en la cuerda floja. Parecía amansar a la bestia por momentos el Barcelona, histórica Copa del UCAM independientemente del resultado. Kuric seguía sumando desde la larga distancia y al Murcia le flojeaban las piernas tras semejante batalla. Se descorchó el Barcelona como hizo al principio del duelo, victoria construida en el alfa y el omega, no sin sufrimiento de por medio. Mañana, la final.