Deportes de contacto

Las artes marciales mixtas abren la veda deportiva: en UFC habrá máximo contacto sin temor al coronavirus

Los dos únicos luchadores españoles en la compañía estadounidense, Juan Espino y Joel Álvarez, analizan su situación actual en este deporte. Hay tres eventos programados el 9, 13 y 16 de mayo, a puerta cerrada en Florida (EE.UU.)

Los dos luchadores españoles de UFC, el canario Juan Espino y el asturiano Joel Álvarez ABC
Álvaro G. Colmenero

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Un experimento ejecutado a mediados de los años 80 derivó en la creación de un deporte. La actitud ególatra de diversas disciplinas de combate por comprobar cuál era la más eficaz en un enfrentamiento directo propició el surgimiento de las artes marciales mixtas ( MMA , por sus siglas en inglés). En 1985 nació la liga Shooto, en Japón. Tiempo más tarde, en 1993, se fundó una organización, la Ultimate Fighting Championship ( UFC ), para canalizar todos estos pleitos bajo un marco legal, convirtiéndose en un fenómeno de masas y dando lugar al deporte revelación de los últimos tiempos.

Basta una cifra para poner en contexto esta disciplina: UFC fue vendida por 4.000 millones de dólares en 2016, un precio cercano al valor total del mejor club de la historia del fútbol, el Real Madrid, y similar al de su eterno rival, el Barcelona. Y en esta compañía, una suerte de Champions League de la lucha, dos atletas españoles pelean por hacerse un hueco entre los mejores artistas marciales del planeta: el grancanario Juan Espino y el gijonés Joel Álvarez , que han tenido que frenar de sopetón sus expectativas a corto plazo.

Ningún deporte logró escapar a los tentáculos del pernicioso coronavirus , que paralizó de lleno todas las competiciones internacionales. Sin embargo, la idiosincrasia de las MMA ha permitido una rápida reinvención . Pese a ser un deporte de contacto, donde la distancia de seguridad de rompe y se incrementan las posibilidades de contagio, UFC será la primera gran liga en ponerse en marcha gracias a su vasta influencia y su capacidad para adquirir e implementar todas las medidas de seguridad necesarias como los test de detección del virus.

De hecho, ya ha programado tres eventos para los días 9, 13 y 16 de mayo a puerta cerrada en Florida (EE.UU.), donde las actividades deportivas fueron catalogadas como esenciales. Desde allí producirán las peleas que venderán al resto del mundo mediante el sistema de pago por visión. Las cuentas le cuadran al presidente de la compañía, Dana White, teniendo en cuenta que, en el enfrentamiento entre Conor McGregor y Khabib Nurmagomedov, 9 de cada 10 dólares llegaron por el PPV y 1 de cada 10 por las taquillas .

Test para todos los luchadores

Ambos luchadores españoles han exprimido sus posibilidades de entrenamiento, conscientes de que el panorama es aciago, pero habrá oportunidad de seguir compitiendo. El temor al contagio no será un obstáculo para que puedan subirse al octógono de la compañía americana. « Todos los peleadores tendremos las pruebas hechas antes de competir . Aún así el contagio es posible, pero yo no estoy en las personas de riesgo y no me da miedo», cuenta Juan Espino. «Si te digo la verdad, yo soy de los que no temen al virus», se suma Joel Álvarez.

Cuando la emergencia sanitaria se acentuó, Juan Espino tuvo que regresar, no sin dificultades, de Estados Unidos, donde reside y entrena en uno de los mejores equipos del planeta. El virus destrozó su planificación. «Tenía un combate programado en Nueva York contra un top 10, pero se canceló» , lamenta al otro lado del teléfono desde su vivienda en la isla de Gran Canaria. Cerca estuvo de poder enfundarse las guantillas, pero sus contendientes no tenían en mente medirse al temido peso pesado español. «Hubo posibilidades de que peleara ahora para los eventos de mayo pero los rivales que me propusieron no aceptaron el combate , ni Ben Rothwell ni Jake Collier», desvela.

El peso pesado canario Juan Espino entrena con ejercicios de fuerza Foto cedida a ABC

En este inestable contexto, Espino centra sus energías en aquello que está al alcance de su mano. « Como esto cambia cada diez minutos, lo único que puedo hacer es seguir entrenando . Evidentemente, no voy a estar para pelear en una semana, pero el siguiente paso es que pase el evento del 9 de mayo y ver cómo evoluciona la situación en España, para tener la posibilidad de salir fuera a entrenar y combatir», apunta el atleta canario. Acostumbrado a seguir aprendiendo en un centro de alto rendimiento, las actividades que se pueden hacer en casa han sido más limitadas. «Tengo algunas máquinas, bicicleta de spinning, mancuernas, cuerdas elásticas... Empecé el confinamiento haciendo tres entrenamientos, luego lo bajé a dos . También hablo con mi entrenador de Estados Unidos y me envía rutinas para trabajar. Lo hago para seguir con la llama viva », asegura Espino, que confía en poder hacer al menos dos peleas antes de que termine el año. «He estado estudiando a mis rivales aunque les tengo ya a todos vistos», dice entre risas, y añade que lo mejor para él sería «pelear contra alguien que esté en una situación similar, como pueden ser Tai Tuivasa o Justin Taffa , y tratar de evitar a los "strikers" muy rápidos », aunque si piensa en alguno le gustaría enfrentarse a leyendas como Fabricio Werdum o Alistair Overeem .

En este mismo sentido faena Joel Álvarez , obviando las restricciones espaciales para tratar de mantener la forma bajo techo. «Algunos días entrenas más que otros. He estado haciendo pesas, asaltos de comba, asaltos de sombra y mi compañero de piso me ponía las manoplas para que golpeara y pulir la técnica », enumera el asturiano, que esperaba con ansia la apertura del confinamiento para hacer deporte al aire libre, que tuvo lugar el sábado. «Tengo muchas ganas de salir a correr, es de lo que más me gusta. Subir por cuestas, hacer sprints... Además, ahora vivo cerca de mi entrenador y aprovecharé para entrenar la pegada con él».

Con todo, la inexistencia de un horizonte claro y la falta de ingresos, pues los luchadores usualmente cobran por cada pelea, provoca una ansiedad que se ha agudizado con el encierro obligatorio. «Cuando no peleas, te entra el bajón, te deprimes, porque yo estaba acostumbrado a hacer cuatro peleas al año, pasé a hacer dos y ahora está la cosa como está. Me entra en la cabeza que pasa el tiempo y no avanzo y yo soy un currante de esto », suspira el gijonés.

Joel Álvarez: «Sería una pasada llegar a combatir contra alguien al que idolatras y con quien has avanzado en este deporte viendo sus vídeos. Mi sueño ya lo cumplí, que era llegar a UFC»

Ambos peleadores utilizan terapias de psicología deportiva para mejorar su rendimiento y no desfallecer por muy turbia que se ponga la situación. «Hay días en los que uno pierde la motivación, pero trabajo todas las semanas este aspecto, tengo libros, audios grabados, todos los días me digo frases positivas al levantarme ... En este momento me encuentro muy bien, creo que siempre he sido capaz mentalmente de sacar lo mejor de mí. Se vio en el TUF (un reality de televisión consistente en un torneo de MMA), que era una situación similar a esto, encerrados en una casa, con la tensión de tener que pelear con los compañeros que había allí dentro. En ese aspecto no es peor, no tengo esa presión, evidentemente sé que mucha gente está muriendo y se me parte el alma », relata el luchador grancanario.

El atleta asturiano estuvo en el dique seco tras una infección en el codo que le impidió pelear a finales de septiembre contra un luchador danés en el evento de Copenhage. Piensa que su próxima pelea en UFC será en el Viejo Continente , aunque estará preparado para batirse en duelo contra quién sea llegado el momento. «Seguro que cuando me llamen será para pelear en Europa porque a ellos les viene mejor rellenar con europeos los eventos en este continente. Contra quien me pongan estaré encantado, aquí están los mejores del mundo», apunta Joel. «Mi mayor meta es llegar a pelear contra algún top 10. Sería una pasada llegar a combatir contra alguien al que idolatras y con quien has avanzado en este deporte viendo sus vídeos . Mi sueño ya lo cumplí, que era llegar a UFC», concluye. La mejor competición de artes marciales mixtas ya está en marcha y los atletas españoles cuentan los días para proseguir con su camino en el Olimpo de la lucha.

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