Arnaus se queda corto en un final de infarto

Quien piense que el golf es aburrido no tiene más que revisar los últimos hoyos del Saudi International que hoy ha terminado en Royal Greens para cambiar de parecer. Un desenlace como el vivido a orillas del mar Rojo es difícil de prever en el más disparatado de los guiones, puesto que cambió de protagonistas y de resultados de la forma más increíble. El ganador final fue Harold Varner III , el líder al comienzo de la jornada, lo que en principio no debería de haber sorprendido a nadie; pero si se tiene en cuenta que en el hoyo 14 firmó un doble bogey y en el 16 otro golpe extra para colocarse uno por detrás de Bubba Watson (-12) la crónica ya toma otra dimensión.

En ese momento el fornido estadounidense estaba inmerso en una profunda crisis de juego que le llevó a desesperarse con el viento que maltrató a los jugadores en los agujeros de vuelta. Y solo aspiraba a forzar el desempate si lograba un birdie en el que cerraba el recorrido. Pero a la postre el resultado de su golpe de aproximación fue mucho mejor que eso, dado que la bola llegó mansamente hasta el agujero y terminó entrando en el hoyo en la última vuelta de su rodar. A cámara lenta, como en el icónico birdie de Tiger Woods en el hoyo 16 de Augusta que tantas veces se ha repetido. De manera que los saltos y abrazos con su caddy estaban más que justificados: el simpático golfista de Ohio acababa de superar por uno a su zurdo compatriota y, de paso, hacerse con el mejor torneo de su carrera y del millón de dólares que le acompañaba.

Esta explosión de éxito tuvo su cara negativa en Adri Arnaus (-10) , que aunque arrancaba segundo el último día llegó a colocarse como líder en solitario después de un espectacular eagle en el hoyo 7 . Mas luego no pudo lidiar con las dificultades de un campo que se fue complicando con el paso de las horas. Tres bogeys consecutivos del 9 al 11 le dejaron fuera de juego y luego ya no pudo remontar. No obstante, el español se encontraba muy satisfecho con su actuación, que le ha reportado el mejor cheque de su carrera (300.000 dólares) además de demostrarle que está recuperado de su lesión de hace dos meses. "Me voy de aquí con muy buenas sensaciones. Me he visto en buena forma, las cosas en las que he estado trabajando han funcionado y he tenido la posibilidad de estar en los últimos partidos en los días decisivos. Esto me da mucha energía para el resto de la temporada", concluyó el catalán, que acabó tercero , tres golpes por detrás del campeón.

La actuación española se completó con un magnífico sexto puesto de Pablo Larrazábal (-8); Sergio García (-2), en el 24; Rafa Cabrera (+5), en el 59 y Eduard Rousaud (+8), en el 68.