Mundial de atletismo
Los argumentos que utilizó España para lograr el bronce de Orlando Ortega
La IAAF atendió el último recurso de la RFEA y concedió una medalla al atleta hispano-cubano, que fue perjudicado por un rival en la final de los 110 metros valla
La IAAF atiende el recurso de la RFEA y compensa a Orlando Ortega con un bronce
Ese desconsuelo integral de Orlando Ortega unos minutos después de la final de 110 metros vallas –«no es justo, tío, me han robado la medalla»– se convirtió en gratificación, recompensa y felicidad para él por la tenacidad de la Federación Española de Atletismo, cuyo presidente Raúl Chapado no dejó la pieza y persiguió una rectificación con nuevos argumentos. En el segundo escrito de apelación ante la Federación Internacional (IAAF) la delegación española consiguió su propósito. Orlando Ortega, que fue quinto en la final después de ser obstaculizado por el jamaicano McLeod, recibió la medalla de bronce, que compartió con el francés Pascal Martinot-Lagarde, el tercer clasificado en la pista.
«Ha sido una noche muy jodida », admitió Chapado, jefe de la expedición a Doha. El exatleta había sido nombrado nuevo miembro del comité dirección de la IAAF esta semana en virtud de sus excelentes relaciones con el presidente de la Internacional, Sebastian Coe. Motivo de alegría para él que se desdibujó con la accidentada final de 110 vallas y una noche en vela por la reclamación sin éxito ante el jurado de la IAAF. «Este tipo de incidentes no son inusuales en carreras de 110 metros vallas», justificó el jurado su decisión por el bloqueo de McLeod a Ortega en los últimos metros.
Dos bronces en martillo
Pero ayer fue un nuevo día y la desesperación de la noche anterior se convirtió en rayo de esperanza. El jurado de Apelación, que había rechazado la petición de la Española de repetir la carrera, sí concedió una medalla de bronce extra al polaco Wojciech Nowicki en la final de martillo . El vídeo mostró que el primer lanzamiento del húngaro Bence Halasz, el que le dio el metal de bronce con 78,18 había sido nulo. Y reconoció a Nowicki con otro bronce.
De otro lado, la responsable de la expedición española, Carlota Castrejana, le hizo ver a Chapado un nuevo argumento para pelear la medalla de Ortega. Si en la primera apelación, la Federación hizo hincapié en el bloqueo puntual de McLeod para frenar al cubano nacionalizado español, en la segunda incidió en el asedio y cerco constante del jamaicano, invadiendo con los brazos la calle 5 por donde corría el vallista español. Es decir, McLeod había molestado durante toda la carrera a Ortega. Un vídeo en imagen cenital ayudó a la nueva reclamación porque en él se aprecia claramente que Orlando ya había superado a McLeod y era segundo a falta de una valla, solo superado por el norteamericano y ganador Grant Holloway.
Al recurso de la Federación Española ayudaron las manifestaciones de los rivales de Orlando Ortega, los que presuntamente se podrían considerar perjudicados por el incidente.
El ruso Sergey Shubenkov, que alcanzó la plata y que hubiera establecido una dura competencia con Orlando Ortega por esa medalla, cargó con dureza contra las maneras y la deportividad del jamaicano. «Debería haber una calle 10 especial para McLeod », dijo.
El atleta ruso, campeón del mundo en Pekín 2015, fue víctima de McLeod el 16 de junio pasado en la reunión de Rabat, en la Diamond League. Shubenkov resultó desestabilizado por el jamaicano durante la carrera, como le sucedió a Ortega, y terminó por el suelo con algunas magulladuras. «Bienvenido al club», añadió el ruso en referencia a Ortega, a quien le une una buena amistad.
«Vi a Orlando y estaba muy decepcionado, no hacía más que mover la cabeza. Y le comprendo. Lo único positivo para él es que al menos no ha resultado lesionado, como me pasó a mí», insistió el ruso, que corre sin bandera por la sanción a su país por el dopaje de estado. «McLeod es un atleta peligroso, eso es evidente, muy inestable en carrera, manejando mucho los brazos. Debería haber una calle 10 para que corriera apartado de todo el mundo», bromeó.
Orlando Ortega estaba muy feliz, radiante y sereno al hablar con la prensa. «Fueron unos minutos de mezcla de emociones, estaba esperando a que me dijeran algo. Me advirtieron coge un taxi y hacia el estadio». «Han sido 48 horas que no sabría describir. Solo quería coger aire y estar solo. Gracias a Dios y al pueblo de España, al cual estoy eternamente agradecido. Gracias a la Federación, de corazón, por los mensajes que he recibido. Esta medalla es el del pueblo español».
El cuarto clasificado en la carrera de vallas, el chino Wenjun Xie, se quedó sin nada.
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