Fútbol
Los dos años cuesta abajo de Neymar
El brasileño, otro de los nombres que se relacionaban con el Real Madrid, lleva sin mostrar su mejor versión desde que llegó a París. Su lesión preocupa
Analizada con perspectiva, la carrera de Neymar Jr. comienza a desprender el aroma de lo melancólico. En una lucha que no cesa por reafirmar que sigue vivo lo que un día fue, el astro brasileño ve pasar los días a caballo entre la ciudad de en sueño que para sus aspiraciones hace no tanto fue París y el folclore terapéutico de Brasil. Allí lleva desde hace varias semanas el de Mogi das Cruzes, repatriado con la excusa del tratamiento para su lesión en el quinto metatarsiano del pie derecho, el mismo que le costó la parte mollar de la pasada temporada, el mismo que va camino de diluir en el olvido la que está en marcha y el mismo que, si su calidad superlativa y su empeño no lo remedian, puede suponer el golpe de gracia a su viaje a la constelación donde aún brillan en soledad Messi y Cristiano Ronaldo,
Son 27 años los que cargan las espigadas piernas de Neymar, edad temprana se mire por donde se mire, tiempo hay de sobra para situar el techo definitivo del atacante del PSG, aunque lo preocupente estriba más en el camino que en la meta. El capitán de Brasil dejó el Barcelona el verano de 2017 con la intención de brillar a pleno sol, lejos de la sombra de Messi. Desde entonces, su maleta dispone de un pleno en competiciones nacionales francesas el curso pasado, y aunque tiene pinta de que esta campaña la cosa va a seguir los mismos derroteros, el vacío que dejan las dos eliminaciones en octavos de final de la Champions se antoja inasumible para lo que se le presupone a un jerarca de la pelota de su estatura. Dos lesiones en la parte más inoportuna del año despojaron al equipo de Nasser Al-Khelaïfi de su piedra filosofal y ahora, revelada la magnitud de la dolencia -una pseudoartrosis causada por las prisas en la recuperación que siguió para llegar al Mundial-, las dudas en torno a su figura amenazan la solvencia del faraónico proyecto. Más aún cuando el compromiso del futbolista, lejos de vigorizarse con mensajes de optimismo o vídeos sudando la gota gorda para volver más fuerte, se sube al cadalso con apariciones bailando al son del carnaval de Río de Janeiro. Lleva, además, cinco años seguidos sin fallar a la cita con el cumpleaños de su hermana, siempre ausente en las convocatorias cuando llega la fecha.
Menos minutos que Bale
Con todo, es innegable que su presencia en el campo cambia la cara al cuadro parisino, letal en su sociedad con Mbappé. En los 13 partidos que ha jugado en Ligue 1, Neymar ha hecho 13 goles y ha repartido siete asistencias. El problema está en que únicamente ha disputado el 45 por ciento de los minutos totales del campeonato, cifra que palidece ante cuerpos frágiles como el de Bale, que acumula el 56 por ciento en La Liga. Lejos quedan, eso sí, las cifras de sus mejores días en el Barcelona. 39 goles (22 en Liga) y 10 asistencias sumó en su mejor temporada en España, la 2013-2014, la de su primera y última Champions.
Todo esto propicia que su fichaje por el Real Madrid sea hoy una quimera. En Concha Espina son conscientes de la situación y su nombre está prácticamente descartado. Ajeno a las circunstancias, o simplemente con más fe de a la que invita Neymar, está el PSG. El padre del jugador reveló ayer que las negociaciones para ampliar su contrato, al que aún restan tres años a razón de 30 millones por cada uno de ellos, están ya en marcha.