Golf

El año que agotará a las estrellas del golf

Tiger Woods y otros jugadores se borran de varios grandes torneos para hacer sitio a los Juegos Olímpicos y la Ryder

Tiger Wood tiene la intención de disputar los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 AFP

Miguel ÁNgel Barbero

Los deportistas de élite suelen planificar sus entrenamientos en función de los grandes retos del año. Así, los ciclistas programan sus mejores momentos de forma para las tres grandes vueltas o para el Mundial; los atletas para Mundiales, Europeos o Golden League o los tenistas para los torneos del Grand Slam y la Copa de Maestros. Hasta hace poco tiempo, los golfistas lo tenían fácil, porque se preparaban para una temporada alta de cuatro meses que iba de abril hasta agosto (desde el Masters de Augusta al PGA Championshi p) y a partir de ahí estaban más relajados. En todo caso, cada dos años los mejores alargaban un mes más su estado físico para disputar la Ryder Cup . Sin embargo, con la irrupción de los grandes patrocinadores y de las mayores exigencias televisivas se fueron añadiendo nuevas pruebas al calendario con la «exigencia» de que las jugaran las estrellas.

Al principio se trató solo de cuatro fechas más de las Copas del Mundo, que les hacían gracia por el hecho de difundir el deporte globalmente y que incluso tenía una por parejas. Pero pronto las figuras comenzaron a desechar la idea aduciendo necesitar más tiempo de reposo entre prueba y prueba. Luego, los circuitos quisieron crear también sus citas premium y pusieron en liza la FedEx Cup y las Rolex Series , lo que duplicaba el número de pruebas fundamentales a la hora de marcar en el calendario. Y, para rizar el rizo, desde 2016 se incluyeron los Juegos Olímpicos en el objetivo de los golfistas.

Aunque es cierto que en Río la mayoría de las figuras se mostraron escépticas y se refugiaron en el zika para no acudir, de cara a Tokio la sensación es muy distinta: todos están deseando vivir la experiencia de los cinco aros multicolores. Como, además, este 2020 coincide también con la Ryder Cup , las figuras se encuentran con cuatro majors, cuatro mundiales, tres FedEx, ocho Rolex, los Juegos y la Ryder (21 torneos) entre enero y noviembre. Todo esto además de los propios circuitos convencionales. Si se tiene en cuenta que hombres como Tiger Woods nunca ha superado esa cantidad anual en su carrera y que no suelen jugar más de tres semanas seguidas, se entiende que elaborar el calendario se esté convirtiendo en un quebradero de cabeza para la mayoría.

Por ejemplo, Jon Rahm comenzó el curso el 2 de enero en Hawai y lo concluirá, previsiblemente, el 6 de diciembre en Bahamas. Y, al margen de las citas ineludibles, él tiene que añadir un número potente en el PGA Tour (con paradas imprescindibles en San Diego, Los Ángeles, The Players o Memorial) y su defensa del Open de España en octubre. De manera que está haciendo encaje de bolillos para cumplir con todos los compromisos. De entrada, ya renunció al Rolex de Abu Dabi y previsiblemente hará lo propio con el Mundial de Menfis. Donde sí estará es en el de México, que comienza hoy en Chapultepec y donde fue tercero en 2017. Le acompañarán grandes nombres como Dustin Johnson, Rory McIlroy o Sergio García , pero no lo harán el propio Tiger, Phil Mickelson, Brooks Koepka, Henrik Stenson o Rickie Fowler . El cargado calendario empieza a causar estragos.

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