Artes Marciales Mixtas

Abner Lloveras: «Conor McGregor es muy carimástico, fue una suerte tenerlo como entrenador»

El experimentado luchador barcelonés (22-10), que peleó en UFC a través del TUF, debuta en Bellator a los 36 años

El luchador Abner Lloveras participó en el The Ultimate Fighter, reality show de la UFC Izquierda Casual
Álvaro G. Colmenero

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«Veo el panorama de las artes marciales mixtas nacionales muy bien». Estas son palabras de Abner Lloveras (Barcelona, 1982) y, a tenor de los últimos fichajes conocidos de Juan Espino y Joel Álvarez por UFC y el suyo por Bellator , tiene toda la razón. A «Skullman», apodo por el que se le conoce a este luchador barcelonés, le ha llegado una oportunidad única tras muchos años batiéndose en duelo dentro de una jaula. «No somos los primeros ni los últimos de la cola, estamos en el medio . A nivel europeo creo que estamos en la media, quitando a Inglaterra que al compartir idioma con Estados Unidos tiene un puente directo para desarrollar su nivel», describe en conversación con ABC. La considerada segunda mejor compañía del mundo ha querido contar con él y peleará frente a Jimi Wallhead, del London Shootfighters , este sábado en el Metro Radio Arena de Newcastle.

Desde que Abner se introdujese en el mundo de los deportes de contacto a través del boxeo y del kick boxing con 17 años, el deporte de contacto ha evolucionado extraordinariamente. En concreto, las MMA , lugar donde el barcelonés ha desarrollado una carrera envidiable, con un récord de 22 victorias y 10 derrotas , y habiendo participado en las dos mayores ligas del mundo.

Su debut con Bellator le ha llegado a los 36 años , pero todavía le queda guerra que dar. Eso sí, la batalla le ha llegado de imprevisto, para cubrir una baja en el evento de Newcastle. «He tenido poca preparación, han sido dos semanas para aceptar la pelea . Por suerte estaba entrenando en Grazie Barcelona jiu-jitsu brasileño y mucho boxeo también. Es en el peso welter (77 kilos) por lo que no estaba de dieta (Abner suele pelear en peso ligero, 70 kilos). Si hubiese sido en un peso menor tuviese que haber rechazado la pelea. No he podido hacer un campamento de entrenamiento específico. Pero bueno a veces también te quitas mucho estrés, de entrenamiento duro, de dietas y pensar en la pelea, eso me lo he ahorrado. Estoy bien entrenado y vamos para adelante», desgrana.

Su dilatada trayectoria en octógonos fuera del territorio hispano ha propiciado que la compañía que preside Scott Coker haya puesto los ojos en él. También haber logrado un cinturón recientemente en ICF con un contundente nocaut. « Me encuentro muy bien, creo que es un buen momento de mi carrera . Venir con una victoria por KO siempre ayuda. Igual que en boxeo, para un Mundial no puedes coger a un luchador que venga de una derrota. Pero principalmente estoy aquí porque a Jimi Wallhead se le ha caído el rival. Han buscado a un luchador con experiencia a nivel europeo y me han avisado», explica.

Un pasado de aprendizaje en la UFC

Después de varias peleas internacionales e incluso de pasar por las dos principales marcas nacionales, Ansgar Fighting League y Hombres de Honor, Abner llegó a la siempre difícil compañía rusa M-1. Así fue como en 2015 le llegó la oportunidad de participar en el ya descatalogado reality show de UFC, el The Ultimate Fighter . Una experiencia que, según dice, le sirvió para ver que había «cierta envidia» y la gente quiere que «triunfes, pero no tanto». También aprendió «a competir bajo mucha presión» . En la pelea realizada en un evento oficial de UFC frente a Chris Gruetzmacher perdió por decisión unánime. Y no le volvieron a llamar. «Lo único que me sabe mal es no haber hecho más peleas, me dieron pocas oportunidades y las que me dieron las aproveché al máximo, no me regalaron nada», cuenta.

En el TUF, dos grandes peleadores de una categoría encabezan a un equipo de luchadores que compiten por hacerse un hueco en la UFC. En este programa televisivo, Abner cayó en el equipo de la superestrella Conor McGregor. «Estuvo muy bien, fue una relación de respeto y aprecio. Él veía mi manera de ser, serio en las cosas, sin peloteos y de tú a tú», recuerda el barcelonés. «Conor McGregor está un poco loquillo, él iba a su aire, cuando podía venía y cuando no, no. Es una persona muy carismática. Se le entiende como luchador, todo el mundo está detrás de él en este momento. Todo el mundo quiere saber algo de él y estar cerca, al final se agobiaba un poco. Hicimos buenos entrenos y fue una suerte para nosotros tenerlo como entrenador . Es un icono de las MMA mundiales», continúa.

Si de algo está orgulloso «Skullman» es de haber podido ganarse la vida con los deportes de contacto . «Tengo que estar agradecido, pues sí que vivo de esto, no solo del dinero de las peleas, sino indirectamente, a través de clases o yendo a Gol Tv como colaborador», expone. Por el momento, está ante el reto de ganar una pelea apresurada, pero a la que llega en un «buen momento» de su carrera. Aunque a su edad, es consciente de que todo tiene un fin. «Tengo un contrato de una pelea, si va muy bien igual puedo hacer alguna más. Ya tengo 36 años y no estoy para andar jugando, pero si pudiera hacer unas cuantas peleas en Bellator para acabar mi carrera sería increíble».

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