Atletismo
El 4x400 masculino, plata mundial
El equipo formado por Bruno Hortelano, Manuel Guijarro, Iñaki Canal y Bernat Erta se queda a las puertas del título en Belgrado
El cierre del Mundial en pista cubierta guardaba una sorpresa para España. El 4x400 masculino ha logrado la segunda medalla de la delegació al acabar segundos en una carrera en la que se quedaron a solo 30 centésimas del oro, ganado por Bélgica.
El equipo, formado por Bruno Hortelano, Manuel Guijarro, Iñaki Canal y Bernat Erta , dio una alegría con una actuación espectacular. Durante los tres primeros relevos fueron los dominadores, y solo cedieron en la última posta ante el empuje de Kevin Borlee, la gran estrella belga del 400.
Fue Bruno Hortelano el encargado de abrir la final para España, y al igual que hizo en la semifinal matutina, logró pasar en cabeza en el primer paso por meta y liderar al coger la calle libre. Hortelano aguantó en ese posición al darle el relevo a Canal, que también aguantó el empuje del equipo belga, quienes en todo momento han sido los grandes rivales de España.
En la tercera posta han entrado en la ecuación también Gran Bretaña y Países Bajos . Por momentos parecía que Guijarro iba a ceder ante ambos, pero de los codazos y la pelea por la calle 2 se ha beneficiado el español, que ha acelerado por la calle 1 para asegurar que el equipo nacional entrara en el relevo final en cabeza.
La responsabilidad de asegurar la medalla le ha correspondido a Bernat Erta, el más joven de la delegación española en este Mundial. Borlee ha sido demasiado para él, pero el joven atleta catalán ha aguantado a la perfección el asalto final de Países Bajos y ha garantizado la plata.
«Estoy increíblemente feliz y orgulloso de este equipo», explicaba nada más ganar la plata Bruno Hortelano . «Hemos salido con ganas, con confianza, con amor entre nosotros. Vinimos con la intención de ser campeones del mundo. Lo hemos dado todo. Ni un pero. Hemos corrido bien. Tenía bien claro lo que tenía que hacer. Me puse cómodo, pude hacer 300 metros muy cómodos. No me podía conformar y apreté en ese último 100».