Qué fue de...
Felix Baumgartner, el intrépido que saltó de la estratosfera a las cuatro ruedas
El primer humano en romper la barrera del sonido sin vehículo en 2012 es hoy piloto de carreras y de helicópteros
«Siempre quiero ver qué hay más allá; lo que me espera», es la filosofía de vida de Felix Baumgartner , el saltador base austríaco que el 14 de octubre de 2012 hizo historia al saltar desde la estratosfera (a 39 kilómetros de la tierra) y alcanzar una velocidad máxima de 1,357 kilómetros por hora en su caída libre.
Con aquel salto «desde las puertas del espacio» se convirtió en el primer humano que rompía la barrera del sonido sin vehículo y batió el récord de mayor distancia en caída libre, el de máxima altura de salto en paracaídas y máxima altura en vuelvo en globo tripulado (superados en 2014 por el vicepresidente de Google Alan Eustace , que saltó desde una altura de 41.150 metros).
Baumgartnerm ya había dado muestras de su osadía al saltar en 2007 desde la Torre Taipei 101 (508 metros), hasta hace poco el edificio más alto del mundo, o cruzar el Canal de la Mancha con traje de alas en 2003 y batir el récord mundial de salto base desde la altura más baja en 1999 desde la estatua de Cristo Redentor de Río de Janeiro, de tan solo 30 metros.
El 14 de octubre de 2012, Baumgartner despegó desde Roswell (Nuevo México) a las 9:31 hora local. Dos horas y cuarto después había alcanzado la altura necesaria (inicialmente prevista en 36.600 metros y que finalmente fue 38.969,4 metros) para realizar el salto desde la estratosfera que le catapultaría a la fama. Millones de personas siguieron su reto en directo.
El aventurero austriaco experimentó 25,2 segundos de absoluta ingravidez durante la fase inicial de su caída antes de comenzar a dar vueltas en la que alcanzó un máximo de 60 revoluciones por minuto y que puso al intrépido saltador en una posición de «giro plano» durante unos 13 segundos.
« No sería humano no haber tenido miedo , puedes morir en 15 segundos», confesó entonces a ABC este antiguo instructor de paracaidismo del Ejército austríaco.
Su otra «caída»
Poco después de su salto, Baumgartner anunció su retiro del deporte extremo para pilotar helicópteros de rescate. «Quiero encontrar un trabajo bueno y decente como piloto de helicópteros. para combatir el fuego o hacer rescates», aseguró entonces. Publicó el libro «Mi vida en caída libre» y se dedicó a dar conferencias y entrevistas por todo el mundo.
Sus polémicas declaraciones políticas en las que se decía partidario de «una dictadura moderada» en Austria, su agresión a un camionero por la que fue sentenciado y su traslado a Suiza por dinero le granjearon numerosas críticas al año de su hazaña. Tampoco le fue bien en su vida privada. Su novia Nicole Öttl le dejó , acusándolo de mujeriego y egoísta: «No quiero seguir viviendo con cosas como falta de vida privada, muchas mujeres irrespetuosas y el deseo incansable de aventura y con él el egoísmo asociado (del "héroe")».
Piloto de carreras
Tres años después de aquella gesta, Baumgartner (Salzburgo, 1969) se muestra feliz en su Facebook junto a Mihaela Radulescu y da cuenta de los nuevos desafíos que ha emprendido, eso sí, más cerca del suelo. En 2014 debutó en la carrera de resistencia de las 24 Horas de Nürburgring al volante de un Audi R8 con el que quedó en el noveno puesto y este año ha conducido, como Marc Coma o Coulthard, uno de los Catcher Car del Wings for Life World Run 2015 , la prueba en la que el coche persigue a los corredores y los elimina si los supera.
Tampoco ha abandonado los planes de pilotar helicópteros . «No se me puede apartar del aire. Ya he volado como piloto comercial en Europa y ahora voy a tener suficiente tiempo como para dar un giro en ese sentido a mi carrera. Es el siguiente nivel y estoy entusiasmado con él», señaló hace tres años. Que sigue siendo su pasión lo demostró en el Red Bull Heli Drifting , donde a los mandos de un helicóptero acrobático «bailó» con un coche pilotado por Jakub Przygoński. «El quid de la cuestión era ver lo cerca que el helicóptero podía trazar sus movimientos respecto a los del coche», explican en Red Bull .
El pasado agosto este adicto a la adrenalina agradecía en su página de Facebook la paciencia y esfuerzo de su profesor en su primera sesión práctica para convertirse en piloto de rescate. «Un paso más cerca de mi meta», decía. ¿La última? Seguro que no.