vuelta a españa
Dumoulin cumple su trato
Gana la contrarreloj y se coloca líder con tres segundos de ventaja ante Aru. Purito perdió tres minutos y queda a 1:15
Hay que pedir perdón de antemano por establecer la comparación, pero sí, Tom Dumoulin tiene un punto de semejanza estética con Miguel Induráin. El longilíneo holandés cumplió su parte del trato, ganó la contrarreloj de la Vuelta, atrapó el jersey de líder y rotuló la talla de la ronda: él es la tabla rasa para ganar la carrera. Venció en Burgos sin apabullar, sin ornamentaciones estratosféricas, pero solvente, fiable, en su papel con solo 24 años. Purito Rodríguez cedió tres minutos y seis segundos y no esá descartado (1.15 en la general) con tres etapas de media montaña hasta el final. El pulso de Dumoulin es con Fabio Aru (entregó 1:53) y su indescifrable Astana. A solo tres segundos, el italiano puede soñar con la victoria.
Imponente planta de Tom Dumoulin jugándose la Vuelta por la meseta burgalesa. Los codos en escuadra, la cabeza abajo, el perfil aerodinámico de la espalda ensamblado con la bici, las piernas en perfecta compás... Así ganó la crono. Con la estampa de los grandes contrarrelojistas.
No tuvo réplica. Su séquito de perseguidores navegaron muy lejos, casi a dos minutos, distancia sideral que separa la paja del grano y que decreta la posición de un líder consistente. Purito nunca se acopló a la exigencia de una crono, otra vez fuera de punto, la cabeza arriba, la bici en movimiento, y es ahora tercer protagonista.
Magnífica la crono de Fabio Aru, escalador como Purito, ciclista de rabia y arranque. Se defendió genial por las rectas de Burgos, aguerrido en su pedaleo más que académico. Tiene muchas cosas a favor de sí mismo: un gran equipo, el Astana, el mejor gregario, Landa, y varios puertos en tres días, La Paramera, Navacerrada, Morcuera, Cotos...
Dumoulin no ha explotado en las duras rampas de Andorra, El Chivo, Cumbre del Sol y todas las cuestas propuestas por la organización. No parece que lo vaya a hacer ahora. En contra tiene una losa importante: no se ha visto a nadie de su equipo en la montaña.