vuelta a españa
Sagan se desquita en Málaga
Después de cinco segundos puestos en el Tour, el eslovaco consigue al fin una victoria al sprint. Abandono de Cancellara
Un sabio proverbio japonés mantiene que el humor es el mejor refugio de la inteligencia. Y nadie se ha tomado mejor su slogan de Poulidor que el propio Peter Sagan. Después de cinco segundos puestos en el Tour, del torrente de chanzas sobre su faceta perdedora, el eslovaco se desquitó. Lo hizo en Málaga, en ese bucle que ha emprendido la Vuelta por los alrededores de la capital andaluza, y frente velocistas de categoría como Bouhanni y Degenkolb.
«No estaba enfadado. Así es el deporte. Unas veces se gana, otras muchas se pierde. Igual que en la vida », zanjó Peter Sagan en el micrófono de Juan Carlos García, el reportero de TVE .
Sagan es uno de los ciclistas más excitantes del pelotón, uno de los que más impacto causó cuando irrumpió como un bisonte, capaz de ganar al sprint, en una pequeña subida, después de franquear un puerto, y siempre con el señuelo del optimismo.
Un ciclista grande que vivió el Tour como un sofoco permanente, pero que en realidad gestionó y ardor guerrero con estilo su permanente posición de segundo clasificado.
La tercera etapa concedió tregua al pelotón. Retraso en la meta después del tremendo arranque por la provincia de Málaga: el albero del primer día y la expulsión de Nibali después de un derribo general. Solo el abandono de Cancellara, con una gastroenteritis. Bouhanni se cortó conla meta a la vista y luego midió mal la distancia con Sagan en el sprint. Esta vez el eslovaco eligió todo bien, la rueda de Degenkolb, el cartel de aceleración y el golpe de riñón cuando Bouhanni le apretaba. No pareció que estuviese desenfocado después del Tour, pero para el resto del mundo se desquitó en Málaga.
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