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La calculadora que mide cuánto vale un deportista
Una empresa española calcula el valor real de la marca de los atletas para fomentar su contratación y esponsorización
A lo largo de su carrera los deportistas viven de logros y hazañas que enaltecen no solo su palmarés, sino que también los llenan de satisfacción personal al competir. Algunas veces lo hacen con mayor éxito, mientras que en otras, los cambios y los malos resultados empañan sus trayectorias. Pero entre las victorias y las derrotas, entre esos momentos en los que alcanzan la gloria y esos en los que se ven superados por el fracaso, hay algo que cada deportista, más allá de todo, mantiene intacto: su nombre.
Pero ¿tiene valor ese nombre? Sí, claro que lo tiene. La marca personal de cada deportista adquiere un valor agregado, que ahora en España, más allá de las palabras, las suposiciones y los elogios, se traduce en cifras. Thirsa (Sociedad de Tasación Homologada por el Banco de España) y OMD (Consultora y Gestora de Deportiva) han dado vida a Mevad , una iniciativa de valoración de marcas personales de deportistas de cualquier especialidad, categoría y nivel. «Un método para valorar algo que no se hacía hasta ahora», asegura María del Mar Domínguez , directora general de Thirsa .
Una idea que se propone hacer una puesta en valor real de cada deportista para «aumentar su valor de marca, ayudarlos a pulir y a impulsar su nombre, lo que les dará un potencial mayor dentro de sus disciplinas a la hora de conseguir el apoyo necesario», asegura Domínguez sobre este proyecto pionero en España.
Deportes minoritarios
La intención era, en un primer momento, abarcar aquellas disciplinas minoritarias que tantas veces carecen de la visibilidad necesaria, lo que hace más difícil aún la tarea de quienes las practican. «Tenía que servir de ayuda al deporte y a los deportistas, sobre todo aquellos más necesitados de apoyo, patrocinios, contratos y atracción de capital hacia ellos y sus especialidades», comenta la otra parte de este proyecto, Diego Paz , socio director general de ODM . «Si no lográbamos ayudar, el objetivo no iba a poder cumplirse», sentencia.
¿Qué se tiene en cuenta a la hora de calcular el valor de un nombre? En el momento de intentar saber cuánto vale la marca personal de un deportista, se analiza todo el historial deportivo: el nivel de los entrenamientos, los clubes a los que ha pertenencido, si ha sufrido lesiones y, fundamentalmente, los logros alcanzados. Por otro lado, se observan las características físicas: el grado de aproximación al estándar técnico y biomecánico de cada atleta, e incluso el táctico, en deportes colectivos. Y por último, el histórico de ingresos económicos ligados a sus éxitos deportivos, patrocinios, asistencia a actos, exposición pública a través de medios de comunicación y redes sociales. Un análisis pormenorizado que comenzó con el desafío de acercarse a los atletas que son el primer eslabón de la cadena. Y así dieron el primer paso con el reto de acercarse a ellos y lo lograron.
Los protagonistas
Está en el centro de la pista, extiende delicadamente primero uno de sus brazos y el otro, tímidamente, lo imita. La música comienza a sonar y él se apodera por completo de aquellos metros de hielo puro. Es Javier Fernández , uno de los grandes embajadores de este proyecto. El patinador español, campeón del Mundo en el año 2015, tres veces campeón de Europa en 2013, 2014 y 2015 y varias veces campeón de España en las categorías juvenil y veterano, se sumó a esta iniciativa hace ya más de un año.
El atleta y su equipo vivieron el proceso en el que se realizó la valoración de Fernández . «Cuando visitamos una casa comercial o un posible patrocinador, nos presentamos con un dossier muy elaborado, con repercusión en medios, palmarés, sus proyecciones a futuro; pero llevar un soporte oficial de que es lo que vale Javier nos posiciona muy bien», asegura Gonzalo Iglesias, representante del patinador. Ellos podían realizar una estimación propia de lo que vale Fernández , pero ahora «tenemos un valor real, una cuantificación que nos avala a la hora de trabajar con los patrocinadores», finalizó.
Perpetuar la marca
«Con Javier decidimos analizar primero hasta junio de 2015 y luego lo hicimos desde finales de 2014, es decir antes de que revalidara por tercera vez su título de campeón. La idea fue que él se diese cuenta de cómo había crecido, el salto que había pegado en su carrera», analiza Domínguez.
Está todo listo, la concentración en su punto máximo, mientras se prepara en la salida. Con uno de sus pies quita la tierra de la línea blanca, la mira como quien tiene una profunda y trascendental conversación, a la espera del pistoletazo inicial. Se trata de José Redolat , excampeón de Europa y múltiple campeón de España de 1.500 metros, una muestra de que el nombre de los deportistas no termina cuando abandonan la actividad profesional. Hace casi una década que Redolat no compite, pero ha logrado perpetuar su marca. «Buscamos ayudar a los deportistas que, aunque hayan terminando su carrera, continúan la generación de recursos haciendo uso de esa marca personal», comenta Diego Paz , quien apunta que « Redolat entendió que es importante cuidar el nombre tanto antes como después de abandonar la vida deportiva».
El último salto
Y así aparece la última protagonista. Ella se adueña de las alturas. Su figura se vuelve el centro de las miradas mientras camina a paso firme sobre el trampolín. Llega al extremo, no mira hacia abajo, se coloca de espaldas, extiende sus brazos como un pájaro que se prepara para iniciar su vuelvo. Salta una, dos, tres veces y su cuerpo se eleva, regala un par de piruetas y se funde en el agua. La tercera embajadora del proyecto Mevad es Rocío Velázquez , triple campeona de España de saltos de trampolín. Una apuesta joven. «Así lo hemos pensado, que se pueda ver que desde todos los niveles se puede valorar la marca personal para potenciarla. Rocío es una deportista que a nivel nacional tiene unos magníficos resultados y que está a punto de dar el salto para ser internacional, es el momento de acompañarla», sentencian los creadores del proyecto. Porque los atletas son mucho más que sus logros y decepciones. Los atletas dejan su marca personal.