golf
«No me importan los resultados, lo que quiero es jugar»
El hijo del mítico Severiano sigue acumulando experiencia en su primer año en los torneos europeos y no se obsesiona por fallar los cortes
Llevar el apellido Ballesteros no es una tarea fácil en el mundo del golf. Los recuerdos asociados al mayor genio mundial de este deporte siempre van a empequeñecer lo que sus descendientes puedan hacer en el futuro. Por eso, su primogénito Javier no quiere dejarse abrumar por el peso de lo conseguido por su padre. A sus veinticuatro años, solo lleva siete meses jugando como profesional europeo y está decidido a adquirir experiencia desde abajo. Se está curtiendo en los circuitos de formación sin que se le caigan los anillos. A su favor tiene uno genes innatos para este deporte; en su contra, una ausencia casi total de carrera amateur, lo que le pone en clara desventaja con el resto de los competidores.
-¿La vida como profesional es tal y como se la imaginaba?
-Bueno, tampoco es que tuviera ningún objetivo claro para este primer año. Lo que quería era adaptarme a esta nueva vida y disfrutarla. Estoy trabajando mucho y haciendo algunos pequeños cambios en mi «swing» para aguantar el ritmo de mis compañeros. Aquí todos juegan muy bien y hacen muchos «birdies» y pocos «bogeys» (sonríe).
-¿Cuál es la principal diferencia que se está encontrando entre el juego del aficionado y el del pro?
-La diferencia no es muy grande en lo técnico, más bien se trata de una mayor consistencia en general. Esta gente es muy difícil que encadene muchos fallos, porque cuando lo hacen suelen marrar por el lado bueno. Y, además, luego saben recuperarse muy bien.
-Esta semana ha estado jugado el Open de Irlanda del Norte mediante una invitación. ¿Qué recibimiento está teniendo por parte de los aficionados y jugadores en estas primeras citas?
-Muy bueno. El apoyo popular se nota especialmente aquí en Gran Bretaña, donde mi padre era muy querido. Por lo que respecta a los golfistas nos llevamos muy bien y me ayudan mucho. Yo soy un chico fácil de llevar y entre los españoles siempre hacemos piña en los viajes. No me siento distinto al resto, en absoluto.
-¿De qué actuación de 2015 se encuentra más satisfecho?
-Del Challenge de Francia, sin duda. A falta de doce hoyos iba cuarto y tenía buenas opciones, pero me enredé con un triple «bogey» y acabé el 18º. Pero lo importante es que me vi bien, nada nervioso e igual que no salió podía haberlo hecho.
-Esta temporada lleva disputados dos torneos del Circuito Europeo, seis del Challenge y tres del Alps Tour, pero solo ha pasado tres cortes. ¿Le preocupa?
-No. Siempre te fastidia no jugar el fin de semana, porque estás fuera de casa y no es lo más agradable. Pero es parte del negocio y sabes que si no juegas bien los dos primeros días se acabó el torneo para ti. Yo lo llevo bien porque el aprendizaje también pasa por esto.
-¿Sigue una estrategia diferente para los primeros días y los segundos?
-No, yo siempre juego igual. Trato de hacer los menos golpes posibles sin importante en qué jornada me encuentre. Hay veces que te viene bien ver las pizarras para saber cómo vas, mas trato de no pensar en el corte en cada torneo.
-¿Qué calendario le queda todavía por delante?
-Esta semana jugaré el Gant Open en Finlandia y, luego en septiembre, dos pruebas en Francia, la segunda de ellas la Escuela del Circuito Europeo. De los ocho campos en los que se disputa esta primera fase el de Hardelot es el que mejor se puede adaptar a mi juego.
-¿Y para el año que viene ya tiene objetivos previstos?
-Realmente, no, vamos a ir poco a poco. Acabo de empezar en esto y no tengo ninguna prisa en llegar a lo más alto. Primero vamos a tratar de sacar la tarjeta superior y luego ya veremos. Ahora mismo estar en el Circuito Europeo no es algo que me quite el sueño. Lo que quiero es jugar al golf, me dan igual los circuitos o los resultados. Al final de 2014 habré disputado una veintena de torneos y estaría bien si doce meses después repito esa cifra.
-¿Qué resumen hace de su aún corta experiencia con los mejores?
-Estoy bastante contento, porque creo que he avanzado bastante desde que me hice profesional en noviembre. Unas veces salen los resultados y otras no, pero me veo mejor jugador ahora que entonces. Eso me indica que el trabajo está dando sus frutos.