Ciclismo

Mandela corre el Tour de Francia

El MTN-Qhubeka, primer equipo africano de la ronda, reparte bicicletas en su continente para luchar contra la pobreza

Mandela corre el Tour de Francia

j. gómez-peña

Dicen que en el autobús del MTN-Qhubeka, el primer equipo africano del Tour, viaja el espíritu de Nelson Mandela . «La educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo», dijo el fallecido presidente sudafricano. Escrito en un lateral del autobús se lee: «La bicicleta te cambia la vida». Qhubeka es una fundación dedicada a repartir bicicletas por África. «No es una campaña de márketing ni nada así. Es de verdad», apunta Álex Sans, director del equipo. «Allí una bici le cambia la vida a un niño que vive en una aldea alejada de todo. Con ella puede ir a la escuela». A aprender a leer a Mandela. «Y su padre, si tiene un huerto, con la bici podrá desplazarse para vender lo que saque de la tierra», añade el técnico catalán.

Frente a las bicicletas ‘Cervelo’ que montan sus corredores - de 6,8 kilos y más de 10.000 euros por unidad -, el MTN-Qhubeka planta ante el público de Utrecht su pieza más preciada: una bicicleta amarilla, la ‘Buffalo’, de casi treinta kilos, sin cambios , con una parrilla para llevar a alguien, con un timbre. Es gratis. Es la esperanza de África.

Al MTN-Qhubeka pertenece Adrien Niyonshuti, ciclista y abanderado de Ruanda en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Allí se conoció su historia. Es hijo del odio, del genocidio, de la carnicería entre hutus y tutsis que escalofrió al mundo hace veinte años. Adrien era un niño. Le despertó una noche su padre y le dijo: «¡Vienen. Corre, corre!» . Corrió más que seis de sus hermanos, asesinados. Se escondió en cada agujero. Obedeció. Corrió más que el odio, que el horror. Esquivó el machete. «El alma de una sociedad se ve en cómo trata a sus niños», sentenció Mandela.

Adrien tuvo suerte. Pudo crecer. Pobre y con cicatrices de su huida. Recuerdos en la piel. Tuvo más suerte aún: tuvo una bicicleta hecha de madera. Un exciclista estadounidense, Boyer, le vio pedalear. Buena planta. Se lo llevó a la selección de Ruanda. Ahora corre en el MTN-Qhubek a. MTN es una multinacional de telecomunicaciones sudafricana, la más poderosa del continente. Qhubeka significa ‘adelante’. Adrien corrió sin mirar atrás. No ha vuelto nunca la cabeza hacia ese terrorífico pasado.

Su historia es la de África, el nuevo mundo que desembarca en el Tour . En 1983 fue Colombia la que sorprendió a la Grande Boucle. Tres años después llegaron los estadounidenses del 7-Eleven. Y en 2012, el primer conjunto australiano, el actual Orica. Hace tiempo que el Tour no cabe en Europa . La edición de 2013 fue de un africano, Froome, eso sí, blanco, casi albino y con pasaporte británico. En el MTN-Qhubeka que se estrena en este Tour hay dos eritreos negros, Teklehaimannot y Kudus, y tres sudafricanos blancos. Cuando Kudus, con 21 años el benjamín del Tour, baja del bus, los vecinos de Utrecht le aplaude. Saben de dónde viene.

Esfuerzo antes de la recompensa

«Suelo ir a Sudáfrica -cuenta Sans-, pero no a las ciudades, sino a los pueblos. Veo cómo viven y lo vital que es allí tener una bicicleta. Para ir al trabajo, algunos andan dos horas. Con la bici es media hora». Lo mismo para la escuela. «Tener allí una bici de cuarta mano es un regalo divino. Son felices con poco. Y una bici es mucho». La fundación Qhubeka no reparte las bicicletas al tuntún . «Hay que ganársela. Primero, les dan trabajo. Luego, si por ejemplo reciclan las basuras o plantan árboles, se les da la bicicleta». Sans se sube en la ‘Buffalo’. Toca la parrilla que va sobre la rueda trasera. «Aquí llevan las bolsas o a los niños». Pesa como cuatro de la bicicletas del equipo. «Eso da igual. Para ellos son de oro. Duermen con ellas. Como viven en chabolas no las dejan fuera. Si se las roban se quedan sin nada». Sin futuro.

Sans, que ha dirigido equipos del World Tour como el CSC, apuesta por África. «Son los mejores en las carreras a pie. Tienen la genética. Les faltan los medios. Con ayuda internacional, podrán ser estrellas en el Tour del futuro». Poco a poco brotan carreras en el continente menos asfaltado. De ahí sale el talento. «En el campeonato de Ruanda corrieron más de 200 ciclistas» , destaca Sans. De allá, de ese país desangrado por el odio, es Adrien Niyonshuti, ciclista del MTN-Qhubeka que nunca mira hacia ese pasado. Siempre adelante. ‘Qhubeka’. El próximo 18 de julio, en pleno Tour, se celebrará el Día de Mandela, de ‘Madiba’. El primer equipo africano del Tour quiere aprovechar esa etapa para lanzar su mensaje: «Las bicicletas cambian la vida».

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