GOLF | OPEN USA
Sergio García (+5), único español en liza en el infierno de Chambers Bay
Miguel Ángel Jiménez (+8) sucumbió a las duras condiciones de un campo en el que mandan Jordan Spieth y Patrick Redd (-5)
El Abierto de los Estados Unidos es un torneo que nunca deja indiferente. Este año llegaba a un escenario distinto, que en la primera ronda sorprendió por su dureza natural; en la segunda, además, los organizadores optaron por darle una vuelta de tuerca y dificultarlo con una preparación extrema. El resultado fue que solo 18 de los 156 participantes fueron capaces de ganarle.
Entre los afectados por la debacle hubo historias de todo tipo. Por ejemplo, jugadores que dieron por bueno un resultado de 76, como Tiger Woods . Esos seis golpes sobre par significaron una disminución de cuatro con respecto a los 80 del primer día, lo que hay que considerar como un buen pesagio; además, logró dos «birdies» esperanzadores que le permitirán irse de vacaciones con un mínimo buen sabor de boca. Ahora tiene por delante un tiempo de reflexión para ver qué hace con su juego en el futuro.
Otro que quedó contento con el «bogey» final fue Jason Day . El australiano, que marchaba en el grupo de cabeza con tres bajo par, se desplomó cuando caminaba hacia su última bandera, para sopresa de todos. Fue atendido por los sanitarios y, aunque a duras penas, pudo acabar la jornada al par, en novena posición. Le trasladaron de inmediato al hospital y le diagnosticaron de vértigos; se espera que pueda participar el fin de semana.
En el turno de tarde hubo después una sangría entre los jugadores de arriba. El primer líder, Henrik Stenson , firmó 74 impactos (-1) que le mandaron al duodécimo puesto; la misma cifra selló Phil Mickelson (+3), que cayó hasta el 35, mientras que otros favoritos como Rory McIlroy o Jim Furyk bajaron hasta (+4) y estuvieron flirteando con la línea del corte. Esta quedó establecida finalmente en (+5), lo que permitió que entrara en el fin de semana Sergio García . El castellonense, que empezó el día con un «birdie», volvió a desquiciarse en los irregulares tapetes y estuvo a punto de no superar la criba con su tarjeta de 75. Lleva 70 puts en dos días, lo que es una barbaridad, pero está jugando recto y largo, lo que da esperanza de cara a las rondas finales.
Quien quedó fuera de juego fue Miguel Ángel Jiménez (+8), al que se le hizo muy duro el campo en estas condiciones. El malagueño no pudo limarle ningún golpe al campo y los 79 que firmó le dolieron especialmente porque donde estuvo más irregular fue con los hierros, una herramienta que habitualmente domina a la perfección.
La cabeza la tomaron al asalto dos jóvenes ambiciosos. El primero en llegar fue Jordan Spieth (-5), ganador del Masters, que está mostrando en Chambers Bay la misma consistencia que en Augusta hace dos meses. Ayer asaltó el campo con seis «birdies» impresionantes, aunque un «bogey» en el hoyo 7 y uno doble en el 18 ensuciaron su cartulina. Luego, Patrick Reed le empató en el liderato después de una vuelta de lo más movida (un «eagle», cinco «birdies» y seis «bogeys»). El que se autoproclamó top-5 del mundo quiere dar motivos para corroborarlo.
Noticias relacionadas