Chambers Bay gana la partida a los jugadores y se come a Tiger Woods (+10)

Las previsiones que hablaban del protagonismo del campo en el Abierto de los Estados Unidos se cumplieron ampliamente. Sólo 25 de los 156 participantes fueron capaces de ganarle y, entre los derrotados, dos aspirantes ilustres: Tiger Woods (+10) y Rickie Fowler (+11).

«Este campo es una montaña rusa, te pueden salir las cosas muy mal o muy bien con los mismos golpes» declaraba un resignado Sergio García al concluir una buena vuelta de par. Compañero de partido del líder Dustin Johnson (-5) , se lamentaba de que «sinceramente creo que no he jugado mucho peor que él, es decir, que podía haber hecho perfectamente tres bajo par y no hubiera pasado nada... pero el recorrido es el que es y los "greens", una lotería. No están nada bien.» Con esta sensación de frustración el español resumía una jornada que había sido positiva en cuanto al resultado (26º puesto). En estos torneos, no subirse del par siempre es bueno.

Este diseño tipo británico de Trent Jones hijo trajo por la calle de la amargura a los golfistas. El tener que jugar con los contornos de los «greens», la estrechez de las calles y sus «bunkers» infernales motivaron que se pensaran en exceso cada golpe y que el tiempo de juego se fuera a más de cinco horas y media, una más de lo habitual. Una auténtica locura. «Ha sido un gran ejercicio de paciencia -reconoció Miguel Ángel Jiménez - y estoy muy contento porque he conseguido ganarle la partida al campo (-1). A pesar de comenzar con dos "bogeys" luego he ido pegando unos hierrazos buenísimos y he jugado muy bien.» Además de luchar contra los elementos, el malagueño tenía a su lado a Colin Montgomerie (-1) , con quien empató en la decimocuarta posición y se encontrará también la semana que viene en el Open USA Senior. «Ha estado bien, los veteranos nos hemos ido marcando el terreno», bromeó.

Quienes estaban para pocas bromas eran Tiger Woods (+10) y Rickie Fowler (+11) . Ambos dijeron adiós al torneo después de una ronda para olvidar, en la que no supieron lidiar con los problemas ni dentro ni fuera de los tapetes. Especialmente preocupante es la situación del ex número uno mundial, que alcanzó los 80 golpes por tercera vez esta temporada . Con una tarjeta de ocho «bogeys» y uno triple por un solo «birdie» poco se puede pedir y el castigo es ser el antepenúltimo.

Por contra, los líderes matinales, Dustin Johnson y Henrik Stenson (-5) , hicieron valer su pegada y su buena lectura de los «greens» (aunque tenían poco de verdes, con la hieba bastante machacada). Con seis «birdies» del estadounidense y siete del sueco quedó claro que se le puede hacer resultado a Chambers Bay . Lo que hay que hacer es no caer en sus garras.