GOLF | OPEN DE ESPAÑA

La increíble resurrección del campo de golf que perdió 3.600 árboles

El Club de Golf del Prat sufrió un vendaval en diciembre que inutilizó 18 hoyos, pero un arduo trabajo minimizó los daños

La increíble resurrección del campo de golf que perdió 3.600 árboles

Miguel Ángel Barbero

El impresionante temporal que asoló la zona del Vallés Occidental el pasado 9 de diciembre, con vientos de hasta 120 kilómetros por hora, se llevó por delante 3.600 árboles del Real Club de Golf de El Prat , asentado desde hace una década en Tarrasa. Sin embargo, esta catástrofe medioambiental no fue tan grave como pudo haber sido porque sus consecuencias se pudieron paliar en parte gracias al equipo de trabajo de la entidad, que logró sanear todos los lugares dañados y dejar las instalaciones en perfecto uso para el Open de España que ha celebrado aquí esta pasada semana.

Los destrozos causados por el vendaval en la comarca se valoraron en más de dos millones de euros. Específicamente en El Prat se llevaron por delante un número tan elevado de ejemplares por la gran densidad arbórea del entorno, como señala el responsable de mantenimiento del club, José Gómez. «En otros campos hay una media de un árbol cada treinta metros y aquí lo tenemos cada tres, de ahí que los pérdidas hayan sido mayores. Además, al predominar el pino blanco, que tiene menor arraigo en el terreno, se daban más probabilidades de que se vieran afectados.»

Sin embargo, esas mil toneladas de madera desperdigadas por el entorno deportivo encontraron pronto acomodo. Arantxa Parejo, responsable de comunicación del señero club barcelonés, destaca que «después de limpiar todas las partes boscosas la madera se aprovechó en su integridad. Se serró in situ y se aprovechó tanto para fabricar pelets de combustible como para moler serrín.» Con esta acción se limitó también el riesgo de incendios y se regeneró el suelo, lo que permitirá a las otras especies endémicas, como las encinas o los robles, tengan un mejor crecimiento y el bosque sea más sostenible.

Mas, al margen de esta importante labor ecológica, el mayor reto que se les planteaba a los rectores de El Prat era tener el campo a punto para mediados de mayo, cuando el Circuito Europeo visitaba el club y 400 millones de hogares iban a entrar en sus puertas a través de la televisión. «Ahora respiramos tranquilos porque todo ha salido a la perfección. El trabajo ha sido muy duro y ha merecido la pena; todos los jugadores y visitantes están pudiendo disfrutar de nuestras instalaciones», concluye Parejo.

El ganador inglés James Morrison fue quien le sacó mejor partido al diseño de Greg Norman, con cuatro españoles a su estela: Miguel Ángel Jiménez (2º), Jorge Campillo y José Manuel Lara (7º) y Eduardo de la Riva (9º). «A la hora de jugar hay varios hoyos que visualmente se presentan muy distintos, más abiertos y con más luz que antes _señaló Sergio García_ pero el campo está impecable. Parece mentira que hace seis meses estuvieran impracticables.» El esfuerzo del RCGEP obró el milagro.

La increíble resurrección del campo de golf que perdió 3.600 árboles

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación