El beso de película de Ricky Fowler

Ricky Fowler, la mayor promesa del golf estadounidense desde la eclosión de Tiger Woods, comenzó la semana leyendo una encuesta de Sports illustrated que le nombraba el golfista más sobrevalorado del circuito americano. Es cierto que el jugador californiano, estrella indiscutible en sus años de universidad, apenas podía presumir de un título menor desde que se convirtió en profesional en 2009. Pero también lo es que con apenas 25 años rondó la conquista de su primer major al acabar segundo tanto en el US Open como en el Open Británico de 2014. Ni siquiera esas credenciales le libraron del dudoso honor concedido por Sports Illustrated, un premio que Fowler se tomó con humor y, visto en perspectiva, con muchas ganas de revancha. «Cuando lo vi pensé que era gracioso», decía a principios de semana, pocas horas antes de comenzar el TPC de Sawgrass . «Es perfecto para mí. Trataré de jugar lo mejor que pueda esta semana y ocuparme de mis asuntos».

Cuatro días después, Fowler ganaba el torneo en un palpitante desempate ante Sergio García y Kevin Kisner. El estadounidense no pudo ocultar su alegría ni tampoco su cara de alivio al verse ganador. Inmediatamente después fue a buscar a su novia, la modelo Alexis Randock , con la que se fundió en un apasionado beso que rápidamente se convirtió en viral. Fowler se llevaba un triple premio. Su primer título de categoría, más de un millón y medio de euros y el cariño y el amor de su chica.

El triunfo pasó incluso a un segundo plano. Nunca antes en un campo de golf se había visto una celebración como esa. Tanto, que desató los celos de la esposa de otro golfista, Jimmy Walker, que no dudó en lanzarle un mensaje a su marido a través de las redes sociales. «Tenemos que trabajar en nuestros besos después de una victoria».

Tras la ruptura de Tiger Woods y Lindsay Vonn , ya hay quien anticipa que con Fowler y Randock el golf ha encontrado su nueva pareja de éxito.