GOLF | MASTERS DE AUGUSTA
Emilio Pereira, el policía que cuida el cuerpo de los golfistas españoles
Licenciado en Educación Física, el preparador dejó una comisaría de Málaga para viajar por los torneos de golf
El caso de Emilio Pereira es único. Poco podía pensar, después de doce años trabajando en la Policía Nacional, que su vida iba a dar un giro de 180 grados e iba a terminar cumpliendo uno de sus sueños: trabajar en el Masters de Augusta .
Pereira ejerció de agente de la ley en Madrid y en Málaga, donde conoció a Miguel Ángel Jiménez hace diez años en el gimnasio que regentaba. Y, en 2012, ante la propuesta del golfista de acompañarle por los torneos de todo el mundo, empezó a echar cuentas y vio que le merecía la pena el cambio. "Para mí fue una lucha interna muy importante _reconoce en el mítico Augusta National_ porque tengo mucho respeto por mi profesión anterior y por mis compañeros y es un trabajo que echo me menos; pero en cuanto me di cuenta de que podía poner en práctica aquéllo para lo que había estudiado y al más alto nivel posible, no lo dudé." Con la mediación del "Pisha", otros tres profesionales del Tour Europeo le contrataron y así, compartiendo los gastos entre todos, se lanzó a la aventura y cambió la porra por las zapatillas de deporte. "Empecé con Jiménez, Chema Olazábal, Pablo Larrazábal y Rafa Cabrera y, como más o menos juegan los mismos torneos, es fácil compatibilizar el trabajo. Por regla general, cada uno tiene su tabla de ejercicios y acuden al gimansio antes y después de cada vuelta, para calentar y estirar."
El bendito problema le llegó el pasado invierno, cuando su equipo se amplió con Alejandro Cañizares y Sergio García. Al disputar este último el Circuito Americano como primera opción, tiene que hacer encaje de bolillos para atender a los otros cinco. "Afortunadamente, lo tenemos todo bien atado y la comunicación entre nosotros es muy fluida. Aunque ahora paso más tiempo en Estados Unidos sigo en contacto diario con todos y, en torneos como éste, tengo la fortuna de trabajar con tres de ellos. Es un auténtico sueño."
Cuando a Emilio se le pregunta sobre la comparación entre sus dos profesiones, tuerce el gesto. No quiere frivolizar. "Mentiría si no dijera que estoy cumpliendo el sueño de mi vida; pero al mismo tiempo sé lo que es patrullar las calles durante doce años y tengo muchísimo respeto por ese trabajo. Si no lo vives por dentro no te puedes hacer una idea de lo duro que es. A mi nunca me llamaron para bajar a un gatito de un árbol, como se ve en las películas ..."
Y mientras, en el Masters de Augusta, disfruta de un mundo nuevo. "El Circuito Americano es espectacular, el nivel de profesionalidad que existe es impresionante. Y llegar a él de la mano de Sergio, que lleva tantos años entre los diez mejores del mundo, es un lujo; te abre todas las puertas." En cuanto a su pronóstico para el domingo, lo tiene claro: "que gane uno de los españoles, por supuesto Y si se lo disputan los tres en un desempate, mucho mejor."
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