ciclismo
La semana mágica de Kristoff y su suegro
Al noruego, el mejor ciclista de 2015 y vencedor del Tour de Flandes, lo entrena el padre cardiólogo de su novia
No hay ciclista capaz de detener el empuje de Alexander Kristoff, el vikingo volador que ha colmado una semana idílica. Cinco triunfos en seis días, un caso digno de estudio para los profetas de las estadísticas que proliferan alrededor del deporte. Ganó tres etapas en La Panne, la clasificación general, y el domingo, el monumento de los muros belgas, el Tour de Flandes. El noruego ha adquirido otra dimensión y conviene fichar su estela: es el corredor con más triunfos de 2015 en una transformación silenciosa. Era velocista y ahora gana en las colinas adoquinadas o discute con los mejores contrarrelojistas. Un reedición del viejo Jalabert.
Por lo que se ve, Kristoff, compañero de Purito Rodríguez en el Katusha, pertenece a la vieja escuela del ciclismo. Todo queda en casa. Queda en su entorno natal, Stavanger, pueblo costero abierto al Oceáno Atlántico y a los fiordos noruegos. Y queda en su familia. Al ciclista lo entrena su suegro, Stein Orn, cardiólogo que ha trabajado asiduamente para el Comité Olímpico Noruego.
En su reconversión, Kristoff ha abandonado las trifulcas de los purasangres como Mark Cavendish,Marcel Kittel o Andre Greipel y se ha lanzado a la conquista de piezas de caza mayor. El año pasado conquistó su primer monumento, la Milán-San Remo. Y ha inaugurado la primavera del adoquín con el triunfo en el Tour de Flandes. El domingo le espera la París-Roubaix, el paraíso del pavés y el dolor.
Noticias relacionadas