La mitad de la Armada Española sigue adelante en Mission Hills

Después de dos rondas de golf, el recorrido de Mission Hills dictó sentencia y seleccionó a las mejores para el fin de semana. En esa criba sólo entraron dos de las cuatro españolas participantes en el ANA Inspiration : María Hernández (par) y Carlota Ciganda (+1).

Una de las características del golf, y también marca de su crueldad, es que todos los golpes valen igual. Los que miden 300 metros desde la salida y los de escasos centímteros para rematar los hoyos; y al cabo de una jornada, además de los aproximadamente 70 que contabilizan los profesionales, hay muchos que se quedan por el camino y que luego no dejan de resonar en sus cabezas. Sobre todo si, como es el caso de Belén Mozo (+4), se queda fuera del torneo por un solitario impacto. El corte quedó establecido en tres sobre par y la gaditana, que había jugado a primera hora, se pasó todo el día esperando a ver si su tarjeta sería suficiente para jugar el fin de semana, algo que no sucedió. "Estoy contenta por cómo he jugado y el espíritu de lucha que he mostrado. A pesar de coger poquísimas calles porque mi juego con el driver es muy errático, he recuperado muchos hoyos y he salvado unos pares buenísimos. Pero te vas dejando golpes aquí y allá y al final los echas en falta".

También resultó eliminada Beatriz Recari (+5), en su caso por un mal comienzo de vuelta (cuatro "bogeys "en sus primeros siete agujeros) que la hicieron ir contra las cuerdas en todo momento. "El campo está muy duro y si tienes que arriesgar en cada golpe al final lo pagas; pero me gusta quedarme con lo positivo, porque en el global del torneo no he jugado mal y veo que estoy en el buen camino para lo que queda de campaña."

Quienes sí seguirán en acción en el desierto californiano son sus paisanas María Hernández y Carlota Ciganda. A pesar de haber firmado dos bajo par en la ronda, la primera se quejaba de su falta de acierto en los "greens". "Podía haber terminado con un resultado buenísimo, mi tarjeta no hace justicia a mi juego. Pero estoy orgullosa porque estoy en la lucha en un major y eso es síntoma de que estoy haciendo bien las cosas". La pamplonesa está a siete golpes de la coreana Sei Young Kim (-7) que es una distancia recuperable con dos vueltas aún por delante. "Una buena ronda el sábado y todavía pueden cambiar mucho las cosas", pronosticaba Carlota con una sonrisa pícara. La de Ulzama sabe que tiene un as en su manga ("este campo favorece a las pegadoras y tengo que sacar partido de ello") y aspira a lograr su mejor clasificación en un grande. Fue decimotercera en el LPGA Championship del año pasado y tiene a tiro superar esa marca. "Voy a darlo todo para quedar entre las diez mejores", espetó con confianza.