Patinaje Artístico

Javier Fernández: «Es el himno más especial»

El patinador charla con ABC pocas horas después de convertirse en el primer español de la historia en lograr un oro mundial

Javier Fernández: «Es el himno más especial» afp

Laura Marta

Le tuvieron que ayudar a ponerse la chaquetilla cuando salió de la pista. Sin aliento ni apenas atisbo de sonrisa, Javier Fernández (Madrid, 1991) casi no podía gesticular después de un programa largo en el que se convirtió en un Barbero de Sevilla casi perfecto. Casi, porque no pudo mantenerse en pie tras uno de sus saltos. Perfecto, porque le bastó para conseguir una nota global de 273,90 y superar a sus rivales y a un imposible para convertirse en campeón del mundo. El primer oro mundial para un español en la historia de este deporte.

Un deporte que ha descubierto el esplendor de los focos puntuales gracias a su nombre. «Tan raro, tan español, que incluso para el patinaje internacional resulta exótico», comenta el brillante campeón para ABC. Está a punto de irse a su habitación después de una noche histórica y un cena en el buffet del hotel que ha tenido más de emoción que de comida. «Había visto a otros españoles en el podio y había escuchado el himno español en otras circunstancias conmigo, pero me quedo con este. Es mucho más especial, un momento inolvidable. Y espero que no sea el último», ríe a través del teléfono.

Desde Shanghái, Fernández muestra su alegría por el hito, aunque tampoco esconde que no es, en absoluto, cosa de magia, sino de esfuerzo y trabajo. «Llevo jugando con que subo a este podio desde 2007. Hemos ido subiendo los escalones poco a poco. Esta es la posición más alta, pero no hay mucho más que el esfuerzo que le he dedicado siempre y las ganas y el convencimiento de querer llegar hasta aquí. Al final, con mucha ilusión, hemos llegado». Ha logrado su objetivo convenciendo a los jueces con un programa corto que ya lo dejó en muy buena posición el viernes, y con su «Barbero de Sevilla» en el programa libre. Lleno de encanto y fuerza, Fernández logró la puntuación necesaria para subirse, después de dos bronces consecutivos, al oro mundial.

«Hay que querer hacerlo»

«No las tenía todas conmigo. El patinaje es un deporte extraño porque puedes caerte, como hice yo, pero solo te quita puntos. Conseguí enmendar los errores y terminar el programa de una forma decente, casi perfecta». No fue fácil porque a pesar de la concentración, la mente se le fue a esa caída: «Sí, sí te da tiempo a pensar en los errores. Y me he dicho: "Ya me he jugado el oro, que ya no lo consigo, pero, uff, como no haga bien el resto del programa, podía jugarme el podio"». ¿Cómo se superan esos momentos sin que tiemblen las piernas en el siguiente salto? «Con el querer, con el saber que estaba preparado. Eres capaz de controlar el cuerpo y la mente y podemos cambiar la situación en todos los pasos que hacemos. Es autoestima».

Un punto de ego provocado por los fallos cometidos por Yuzuru Hanyu en su coreografía. «Había trabajado mucho, pero no me creía que pudiera superarlo». El japonés no es un rival cualquiera: es campeón mundial y campeón olímpico. Y, además, compañero de entrenamientos del español en Canadá, donde se trasladó a los 17 años porque en España faltaban medios y referentes. «Ha habido otros pioneros en el patinaje español, y empecé a darme cuenta de que nada es imposible. Solo hay que ponerle dedicación y sacrificio. Yo tuve que olvidarme de algunas cosas y marcharme de casa. Fue cuando me lo empecé a tomar mucho más en serio».

Lidera el futuro

Es consciente de que este oro mundial es lo mejor que le puede pasar a su deporte, pero una vez logrado el objetivo de 2015, piensa en el siguiente, que no solo le influye a él: «Ahora tenemos que trabajar para que haya otros patinadores que puedan obtener más resultados, que no se quede estancado en nosotros, que somos bastantes, pero tenemos que ser más. Aguantar el patinaje con los éxitos que estamos consiguiendo para que no baje».

A punto de cumplir 24 años, Fernández es triple campeón de Europa y doble bronce mundial. Le quedó la espinita de los Juegos Olímpicos de Sochi 2014. Allí no pudo controlar el cuerpo y un error lo mandó a la cuarta posición. Tiene la capacidad de trabajo y de ilusión para conseguir todo lo que se proponga, y le impulsa una motivación especial: «Que me digan que se han apuntado a patinaje por mí, porque me han visto en la televisión es una gozada, alucinante». Como su oro.

Javier Fernández: «Es el himno más especial»

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación