RUGBY - SEIS NACIONES

Irlanda retiene el título en una jornada inolvidable de rugby súper ofensivo

Gales e Inglaterra se quedaron a las puertas de la gloria, en un torneo decidido por la diferencia de puntos anotados

Irlanda retiene el título en una jornada inolvidable de rugby súper ofensivo

MIGUEL ÁNGEL BARBERO

Irlanda revalidó su título del Seis Naciones después de una jornada de infarto, en la que los tres favoritos (Gales, Irlanda e Irlanda) ganaron sus partidos y el campeonato se decidió por la diferencia de puntos entre ellos.

El rugby vivió una de las jornadas más brillantes de su historia con el «Súper Sábado» final del Seis Naciones. Los tres partidos de cierre de la edición de 2015 tenían incidencia directa en la decisión del ganador y hasta cuatro de los seis equipos participantes tenían opciones. La emoción que se vivió en todos ellos fue extraordinaria.

El transcurrir de las cuatro jornadas previas determinó que en cada uno de los choques sabatinos hubiera una aspirante claro al título. El primero en saltar a la palestra fue Gales, que llegaba a Roma con 21 puntos a su favor en el “average” con Irlanda y 25 en contraria con Inglaterra; esto obligaba al XV del Dragón a salir a tumba abierta desde el comienzo parasumar el mayor número de puntos posibles y desbancar a sus rivales isleños. Sin embargo, los italianos no se iban a poner fácil y, a base de golpes de castigo, aguantaron el resultado con poderío durante todo el primer tiempo.

En la reanudación, sin embargo, un ensayo de Williams desató el huracán galés, que anotó 47 puntos en ese periodo para acabar apalizando a Italia de una manera histórica (20-61). Los ocho ensayos conseguidos en plena orgía anotadora visitante, les dejaron como campeones virtuales del torneo, a expensas de lo que sucediera en los choques siguientes.

Irlanda dio la talla (10-40)

En Edimburgo, la vigente campeona Irlanda tenía un hueso duro de roer frente a Escocia. Los locales querían evitar la “cuchara de madera” del último clasificado y despedirse de su público con una muestra de su evolución a lo largo del año. Mas los irlandeses no estaban dispuestos a dejar nada al albur de las sorpresas. Salieron fuertes desde el comienzo (0-10 a los diez minutos y 6-20 al descanso), sabedores de su superioridad y sin caer presas de pánico. Y la estrategia les salió perfectamente: a los nueve minutos de la reanudación ya lograron los veinte puntos de renta (10-30) que les empataban con Gales en la distancia.

A partir de ahí los escoceses tiraron de orgullo y buscaron el ensayo con ahínco, lo que unido a los fallos de Sexton en los tiros a palos puso algo de nerviosismo en los verdes; pero en cuanto el pateador anotó a los 61 minutos y dejó el electrónico en 10-33 ya se vio que Irlanda no iba a dejar escapar el torneo. En ese momento superaba la hazaña galesa y se convertía en nuevo líder del Seis Naciones. El resultado final de 10-40 le servía para dejar fuera de la lucha a los rojos y a ponerle las cosas casi imposibles a los ingleses, que necesitaban ganar a Francia por 26 puntos en el último duelo del año si querían recuperar un trofeo que les ha sido esquivo en la última década.

Inglaterra (55-35), a seis puntos de la gloria

Las victorias previas de Gales e Irlanda ya dejaron a Francia fuera de la ecuación gandora, pero los galos no iban a dejar la ocasión de superar a Inglaterra en Twickenham y de ganar el particular “Crunch” que se disputa entre ambos conjuntos.

A pesar de comienzo fulgurante local (7-0), los de Saint-Andre comenzaron a desplegar su mejor juego y, con dos ensayos seguidos tomaron la delantera (7-15). El estadio londinense pareció enmudecer y el juego se volvió bronco, justo lo contrario de lo que necesitaban los ingleses. Pese a ello, un arranque de casta de los británicos les llevó a ensayar por duplicado antes del intermedio y a afrontar los últimos 40 minutos con 12 puntos de renta (27-15) y fundadas esperanzas de obrar el milagro.

El tiempo restante continuó con la misma locura de antes. Los dos conjuntos intercambiaban ensayos y ofrecían un derroche anotador a los espectadores, pero no era lo que necesitaban los locales para triunfar ante los suyos. Aunque poco a poco iban sumando puntos a su ventaja (del 41-30 del minuto 60 al 55-35 del 75), aún necesitaban seis puntos más para llevarse el título. El tiempo corría en su contra y todo pasaba por un ensayo épico que no llegó a producirse. El ataque desesperado del XV de la Rosa se quedó a un metro de la gloria.

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