Automovilismo
Un Dakar a 4.000 metros de altura
El rally más importante del mundo aborda el no va más: rodar casi sin respiración y sin asistencia mecánica

El camino entre Chilecito y Copiapó supera el paso de San Francisco a 4.800 metros de altitud. Es la bienvenida de la cordillera de Los Andes al Dakar 2015 . Ettienne Lavigne, director del raid, ha preparado el más difícil todavía para los grandes campeones del rally más famoso del mundo. Nani Roma y Marc Coma, los dos españoles que ostentan los títulos de coches y motos en vigor, defenderán sus coronas en un recorrido de nueve mil kilómetros que rodará durante la mitad de sus etapas sobre alturas superiores a los 3.200 kilómetros. Tras el paso de San Francisco, los pilotos atacarán el terreno chileno con el desierto de Atacama como contrapunto de calor al regreso al frío de Los Andes en la frontera con Bolivia, donde Carlos Sainz, Peterhansel, De Villiers y Al-Attiyah lucharán por destronar a Roma con unos cambios de temperatura y una altitud media cercana a los 4.000 metros que les dejará casi sin respiración. «Será igual para todos», señala Sainz con el optimismo que define su forma de competir.
Roma, Al-Attiyah y Sainz
Estos cinco hombres son los candidatos a la victoria en coches. Al-Attiyah corre con el mismo Mini que el campeón actual, Nani Roma. De Villiers es la apuesta de Toyota. Sainz y Peterhansel estrenan el buggy original de Peugeot, más rápido que los habituales. Cyril Despres cuelga la moto y debuta sobre cuatro ruedas con un tercer Peugeot.
En motos, Joan Barreda será el enemigo real de Marc Coma, el león del Dakar, camino de la gloria, que ya ha provocado la retirada de Despres y piensa conquistar su quinta corona. Como pronostican algunos pilotos, el principal adversario no es humano, es terrenal, es el recorrido. Los rivales solo complican la dureza del trayecto.
Será un Dakar más duro que nunca, porque las jornadas maratón son más largas. El raid comienza este domingo y al día siguiente ya hay una jornada de 518 kilómetros cronometrados, entre Villa Carlos Paz y San Juan, en la que se marcha a mucha velocidad y sobre un terreno peligroso. Como destaca Sainz, este rally se ha transformado, lo ha convertido él, «en una carrera de velocidad en la que se gana por eliminación».
Un Salar para dejarlos secos
Será en el periplo boliviano, novedoso para los coches, donde los favoritos se jugarán verdaderamente el título. Serán dos días de ida y vuelta por el Salar de Uyuni sin asistencia mecánica en ninguna modalidad. «Allí no ganarás el rally, pero sí lo puedes perder», concuerdan Sainz y Roma. Antes y después de esas 48 horas de competición deberán sobrepasar las alturas de Los Andes en su matrimonio boliviano. Las motos soportarán una segunda jornada sin asistencia mecánica tres días más tarde, en Calama.
Será un Dakar distinto. Las primeras y las últimas etapas, sobre territorio argentino, son rápidas y traicioneras. En ellas puede caer más de un campeón. Las arenas de Atacama ponen a todos con el gancho. El Salar de Uyuni suscita preocupación. No pueden cometerse fallos, dada la carencia de ayuda técnica. El frío y el calor ponen el ingrediente ambiental. Se correrán varios días a 45 grados de temperatura y una jornada después se rodará a ocho. «Llegamos tan cansados por la noche que no echas de menos ni tu almohada ni nada, solo quieres dormir».
El coche totalmente eléctrico de Acciona será la atracción anexa a la carrera. Ha sido creado tras dos años de duro trabajo. No emitirá ni una sola partícula de CO2. Solo pesa 80 kilos, frente a los 280 de los coches habituales. El Dakar será un examen de futuro del que estarán pendientes todas las marcas. Comienza el espectáculo.
Noticias relacionadas