FIT
El valor de la palabra en el Teatro
«El mar. »Visión de unos niños que no lo han visto nunca« es el título completo de esta creación basada en hechos reales
Año 1934, un joven profesor catalán llega a una escuela rural de Burgos. A través de una rudimentaria imprenta, pagada de su propio bolsillo, consigue que sus alumnos vuelquen al papel sus sueños y emociones y, en 1936, publican «El mar» que contiene las expresiones de cómo los escolares se imaginan el océano. Ninguno de ellos lo había visto nunca y su maestro les promete que les llevará para que lo conozcan, pero en julio de 1936 es fusilado y su promesa no se cumpliría jamás.
En escena, cinco mesas con ruedas, una de ellas convertible en pizarra. Un atrezzo propio de la época, objetos y testimonios en papel y fotografía que serán proyectados en pantalla en distintos momentos de la representación. Un texto que en esencia es un canto a la libertad y una oda a la labor docente. Una historia, emocionante a priori, pero que en su puesta en escena resultó plana, carente de ritmo, monocromática y monocorde en general.
La diferencia entre la Narrativa y el Teatro como hecho escénico radica en la complejidad de convertir la palabra en acto, en carne, en metáfora, en conflicto visible o en cualquier otra manifestación que se aleje del mero ejercicio de la enunciación. Hace ya varios años que el Teatro viene padeciendo esta plaga de la «narraturgia» y que está dañándole quizás irreparablemente. Narrar, contar, exponer, explicar o declamar no es Teatro por muchos recursos que se utilicen para adornar la escena.
Lo más lamentable de toda esta corriente de la «narraturgia» es ver a un actor desprotegido y abandonado a su suerte en una contienda ya de antemano perdida en la que su actuación estará condenada a la pérdida de identidad creadora pues ni es personaje, ni es narrador ni es nada. Es un ser humano contando algo que por interesante que sea no llega a comunicar con las herramientas del Teatro. Y si encima, como en este caso, se trata de un intérprete con pocos recursos expresivos tanto corporales como vocales todo se vuelve gris. Un actor huérfano de dirección y con diálogos dichos sin alma, sin verdad, sin apenas matices. El monólogo final del fusilamiento es patético porque refleja esa orfandad, ese estar sin el esfuerzo de estar, ese estar sin respirar y sudar, ese estar sin transmitir, ese estar sin ser.
En el Teatro, el valor de la palabra no lo es per sé. Lo es en tanto cuanto, como decía Lorca, se haga humana y se le vean los huesos y la sangre.
Ficha técnica
38º FIT de Cádiz 2023
El mar
Compañía Xavier Bobés
Teatro del Títere La Tía Norica
Viernes 3 Noviembre / 20:30h.
Autoría y dirección: Xavier Bobés y Alberto
Conejero
Con: Xavier Bobés y Sergi Torrecilla
Dramaturgia: Alberto Conejero
Espacio escénico: Pep Aymerich
Audiovisuales: Albert Coma
Diseño de arte: Anna Auquer