Vuelta al ruedo para un valiente Aguado, que gana el mano a mano
Rafael Serna, sin suerte con el lote, se va de vacío tras mostrar oficio y disposición
El mano a mano del Corpus prometía rivalidad y emociones pero la primera mitad, que duró hora y media, fue de lo más accidentada. Con Aguado en la enfermería no hubo pique en los quites hasta el cuarto, un exigente sobrero que animó el hasta entonces deslucido encierro de El Parralejo. Al final fueron casi tres horas para un festejo que había despertado gran interés y en el que solo se dio una vuelta al ruedo.
Aguado , que cuajó una buena actuación con el capote, ganó el enfrentamiento. Dio una vuelta al ruedo pero pudo haber cortado oreja a los tres de su lote . Dejó clara su apuesta y se fue a chiqueros para recibir al que abrió plaza ante un silencio expectante. Lo cuidó en el caballo y estuvo dispuesto para llevarlo al peto y en el quite a la verónica que replicó Serna por garbosos delantales. Brindó al público y comenzó por doblones la faena de «Agitador» que pidió distancia en los medios. Allí se plantó el sevillano que aprovechó con la diestra las arrancadas. Con un molinete y tras empezar «Suspiros de España» cambió a la zurda. Citó de largo y estuvo variado en una labor entonada que no remató con la espada. Al entrar a matar se llevó un golpe en la cara con la empuñadura y, conmocionado, entró a la enfermería tras doblar el novillo.