Toros en Sevilla. Día de la Hispanidad
La tarde soñada de Joselito Sánchez
El novillero de Morón de la Frontera desorejó a un bravo eral de Juan Pedro Domecq en la novillada sin picadores que clausuró la temporada taurina de Sevilla 2021
Se anuncia como Joselito Sánchez , es de Morón de la Frontera e hijo del picador retirado Manolo Sánchez . El año pasado debutó como novillero sin picadores en el certamen andaluz de escuelas taurinas, causando una grata impresión pese a su escaso bagaje . La afición lo esperaba nuevamente este año para comprobar si la evolución había sido acorde a las expectativas. Desgraciadamente, el pasado mes de julio, a dos días de comenzar el nuevo ciclo en Constantina , dio positivo en Covid-19 . La organización decidió no recolocarlo en alguna de las siguientes novilladas clasificatorias porque « no estamos de acuerdo con que se hagan modificaciones en el número de reses o participantes en el ciclo».
La resolución parecía apuntillar su temporada 2021 , dejándolo sin la proyección que supone el certamen, y en una temporada en la que no habría novilladas de promoción en la Maestranza . Pero el caprichoso destino le tenía reservado su momento de gloria, gracias a la persistencia de un grupo de aficionados que persuadieron a Ramón Valencia para que cerrara la temporada taurina de Sevilla con una novillada benéfica que iluminara a los nuevos valores de la torería.
Y después de tantos sinsabores , Juan Pedro Domecq decidió donar para la ocasión, junto a otros dos más, al superclase ‘ Ichuelo ’, un manantial de bravura que llegó desde Lo Álvaro para al fin catapultar al desdichado novillero.
Joselito Sánchez desprende aroma de novillero antiguo . Traía un capote más que batalleado que manejó con soltura a la verónica. Perdiendo pocos pasos y echando la pata ‘palante’. En su labor hubo imperfección, y eso lo hacía aún más gratificante. No está cuajado, pero se le atisban buenas maneras . Como las que desarrolló en sus dos primeras series al natural, corriendo el brazo y componiendo la figura. O en el cierre de faena con remates por abajo . Aunque su mejor versión seguro que aún está por llegar, Joselito Sánchez hoy no se cambia por nadie .
Y tras él salió Marcos Linares , que es un monicaco que raya en lo insultante por el talento y las condiciones que atesora para ser torero. Como era de esperar, no le tocó un novillo especialmente fácil , pero maravilló con unas verónicas con el compás muy cerradito y dándole el frente, tanto a su novillo como al que le tocó quitar. Se parte la cintura con el percal y se desmaya a la más mínima ocasión que encuentra con la franela. Su cara aniñada contrasta con la madurez , la solvencia y el oficio con que se impone a las complicaciones de los novillos.
También cortó una oreja el jerezano Ignacio Candelas , que recibió con tres largas cambiadas al novillo más esaborío de los enviados por Fermín Bohórquez, con el que se mostró firme y solvente en una faena que ganó en decibelios tras un inoportuno fandango. Entre pitos y palmas al espontáneo, captó la atención a través de sus ajustadas bernardinas.
Lo intentaron Alfonso Alonso y Manuel Olivero , que tuvieron en suerte dos novillos de Fermín faltos de presencia y raza , aunque con matices de clase. Una tanda le duró al primero, que toreó con suma despaciosidad; y sólo un quite con el capote agarrado casi por la esclavina pudo dejar con acierto el segundo. Y del jerezano Javier Peregrino cabe destacar un inicio flexionado, su disposición y sus remates con gracia .
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