CONTRACRÓNICA
La presidencia en minoría en la corrida de este miércoles de Feria en Sevilla
El palco negó hasta tres peticiones de oreja del público, dos a Juan José Padilla y una a El Fandi en una gran corrida de Jandilla
Tras los tres cuartos de entrada del tercer paseíllo de Morante en el abono había quinielas sobre cómo iban a lucir los tendidos. En el cartel, Juan José Padilla , el triunfador de la Feria de Abril de 2016, como único torero que abrió la Puerta del Príncipe; El Fandi , que cortó una oreja en la misma corrida del sábado de farolillos y Manuel Escribano , que indultó a «Cobradiezmos».
Las figuras se habían caído del hierro de Borja Domecq para dejar paso a una terna más mediática. Y como suele ocurrir en estos casos, el encierro de Jandilla fue una gran corrida de toros en la que hubo ejemplares con mucha calidad. Una tarde para soñar con la Puerta del Príncipe pero que dio de sí lo que dio. Eso sí, resultó muy completa en el espectáculo del segundo tercio, hubo competencia en los quites e incluso faenas interesantes.
Para que no le faltara de nada al festejo, hubo tres broncas al palco por no atender las peticiones de oreja del público. No fue una sino tres. Primero a Padilla con el gran toro que abrió plaza por considerar la presidenta que no había suficientes pañuelos blancos. El argumento se le cayó en el cuarto -otro toro extraordinario- e hizo el gesto de la colocación de la espada. Y si no se la había dado al jerezano tampoco se la iba a conceder a El Fandi. ¡Qué toro el quinto!
Sin duda que la presidenta, que estuvo en la corrida de Victorino , se acordó de lo que le había otorgado a Antonio Ferrera : una faena inmensa premiada con un solo e insuficiente trofeo. Ya dijimos en estas páginas que las comparaciones son odiosas y que la actuación del extremeño con el victorino fue de dos. Pero como ya dijo ese genio del toreo que fue «El Guerra» , «¡Hay gente pa tó!», ya que hubo quien aplaudió la decisión presidencial de no sacar el pañuelo.
Todo partió del compromiso de Padilla con la plaza que lo aupó al triunfo el año pasado. El lote del jerezano fue de triunfo y dio dos vueltas, un premio que se está perdiendo. Al primero lo sujetó con maestría en la primera serie con la muleta y rompió a una vibrante y repetidora embestida. Tiró de raza en el cuarto en chiqueros con cuatro largas de hinojos en el saludo antes de un quite por zapopinas de El Fandi replicado por faroles por el Ciclón de Jerez.
Del torero granadino fue la idea de invitar a sus compañeros a compartir los palos en una bonita estampa protagonizada por los tres toreros. El diestro estuvo animoso con el capote toda la tarde y también se puso se rodillas en sus faenas. En la del quinto se llevó un puntazo a la altura de la rodilla aunque pudo continuar la lidia. Mientras tanto, Manuel Escribano , que se fue a portagayola en los dos, comprobó que está no era su feria y que hay 13 malo ya que su tercero llevaba el mismo número trece que «Ruidoso» de Torrestrella y «Platino» de Victorino.
Pero la tarde estaba condicionada por la voz del palco en minoría junto a ese sector de aficionados que debe desconocer que hay un reglamento que dice que la primera oreja la da el público con petición mayoritaria. Y si la piden hay que darla . Si no estamos dispuestos a que eso ocurra y en aras de que «esto es Sevilla y es una plaza de categoría máxima», tendremos que cambiar el Reglamento. Mientras tanto, esta sigue siendo una Fiesta democrática.
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