Toros en Sevilla. Domingo de Resurrección

Pregón taurino de Sevilla: una lidia de Félix de Azúa entre la mitología y la etimología del toreo

El escritor y académico catalán ha anunciado este Domingo de Resurrección el comienzo de la temporada taurina de Sevilla

Félix de Azúa: «No soy aficionado de plaza y puro, a mí me interesa el toreo como obra de arte»

El escritor y académico Félix de Azúa, en el teatro Lope de Vega J. M. serrano

Jesús Bayort

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Félix de Azúa pregonó al toreo sevillano, como si de un discurso de ingreso a la 'real academia taurina' se tratase. Un anuncio del advenimiento de la temporada hispalense que lidió entre el animal mitológico y el carácter etimológico del lenguaje taurómaco . Una faena, aunque breve y concisa, verdaderamente profunda. Un ensayo que prescindió de los grandes maestros de la historia para centrarse en la historia más ancestral del toreo . Desde las pinturas rupestres hasta el origen del sacrificio.

Entre sones de Churumbelería y Nerva recibían al escritor y académico barcelonés. Pasodobles triunfalistas y castizos para quien venía a reivindicar el toreo como «una obra de arte» . El techo abovedado del teatro Lope de Vega servía de socorrido burladero para el respetable, que se había llevado la cornada del 'Lorenzo' en los aledaños. Hoy ha resucitado el Señor, y con él la tauromaquia y 'la' calor.

La 'cornada' de Vargas Llosa

Más preocupante era el 'pitonazo' que días antes se había llevado el premio Nobel Marios Vargas Llosa . Un toro de encaste Wuham lo dejaba convaleciente en casa, sin poder presentar al que tantas veces ha sido compañero de terna. Supo resolver la papeleta el delegado de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera , que delante del nuevo alcalde de la ciudad exaltó el toreo y su indisoluble vinculación con la idiosincrasia de la capital.

« El toreo es una fiesta única e inigualable , cultura en estado puro y motor económico de nuestra ciudad que debemos defender por encima de cualquier ataque que reciba. Hay que decir alto y claro que Sevilla es la capital del toro . Es, en definitiva, un arte universal que guarda relación de puro amor con Sevilla», expresó Juan Carlos Cabrera .

Tras recibir el concejal al toro en los medios, darle los primeros capotazos y colocarlo en la raya del tercio, le cedió el protagonismo al maestro, que, emulando al añorado Antonio Chenel 'Antoñete' hizo suyo aquello de « pronto y en la mano » y sin titubeos comenzó su pregón al toreo sevillano: «El animal que veremos en unas horas frente al torero en el laberinto de la muerte es la resurrección del toro de hace cientos de años. Es posible hasta que lleve su mismo nombre. No hay que confundir al toro de carne y hueso con el ideal, que ese no puede morir porque tiene más de 30.000 años y es el de la obra de arte. Ese sólo desaparecerá cuando desaparezcamos nosotros ».

«Hasta que se mueran los censores»

El ensayista catalán aprovechó este primer tercio de la lidia para colocar al toro en la suerte de picar y ahormarlo con la puya literaria , que es menos cruenta y más doliente: «Ningún intento de suprimir el toreo en la historia ha tenido éxito. No es un mal modelo para soportar los años de plomo . Si te prohiben algo, como escribir novelas, siempre puedes mejorar tu estilo trabajando desde casa y hasta que se mueran los censores ».

Puesto en banderillas, Félix de Azúa se dejó ver desde los medios con los rehiletes levantados y un caminar templado: «Igual que los humanos nos hemos tecnificado con el paso de miles de año, los toros se han adaptado a nosotros y se han tecnificado . El toro actual es el resultado de incontables selecciones de bravura y trapío . El ancestro natural del toro es siempre el mismo: una bestia enorme y cornúpeta que ha vivido entre nosotros desde la cuevas paleolíticas ».

Matar viene de mactare

Cuando los clarines anunciaron el acto final, el ensayista echó mano del estoque para ejecutar la suerte suprema. Sobre ella versó en estos compases finales del pregón. Sacó a la luz «una adaptación de Ortega y Gasset que nunca llegó a publicar: ' No se olviden que matar viene de mactare , que en latín es honrar y ofrecer un sacrificio '. Nuestro verbo matar es muy singular porque es sacrificar ritualmente a una víctima que se quiere honrar . Esto es lo que advirtió Ortega y Gasset y nadie se percató. Una cosa es matar bestias en el matadero y otra hacer en el ruedo bajo un rito de sacrificio. Por el mismo modo que no decimos que a Jesús lo mataron en una cruz, sino que lo sacrificaron en una cruz». Cerró aquel descubrimiento etimológico haciendo referencia a la « riqueza literaria » que el toreo ha aportado al lenguaje español: « Atarse los machos, entrar a matar, faena de aliño o ver la vida desde la barrera ».

Con el teatro Lope de Vega en pie ovacionándolo emprendió el camino de vuelta el académico catalán, tras despedirse del 'palco presidencial': el teniente de hermano mayor de la Real Maestranza, Santiago León ; su fiscal, Marcelo Maestre ; el teniente general jefe de las Fuerzas Terrestres, José Rodríguez ; la consejera de Cultura, Patricia del Pozo ; el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz ; el ya citado Juan Carlos Cabrera ; el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro ; y la magistrada Begoña Rodríguez , representante del Poder Judicial en Andalucía occidental.

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