Toros
Miguel Ángel Perera: «La voluntad de todos los compañeros es evitar que el año pase en blanco»
El torero extremeño reconoce que las corridas de toros podrían volver pronto si continúan los datos positivos en Sanidad
Hay pruebas fehacientes de que ha cumplido con las normas del estado de alarma: durante los cincuenta primeros días del confinamiento se ha grabado y ha compartido con las redes sociales cómo es el día a día en una dehesa ganadera. El paraíso extremeño en el que reside es el lugar soñado para pasar cualquier tipo de cuarentena. Aparcó hace un par de semanas ese proyecto para comprometerse en un propósito común: conseguir que el Gobierno respete a la tauromaquia y la integre como al resto del sector cultural.
Los toreros, a través de la Fundación Toro de Lidia, acabáis de iniciar una ronda de contactos con los presidentes autonómicos. Ya cuentan con el apoyo de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, ¿se sienten más comprendidos por las comunidades autónomas que por el Gobierno Central?
La realidad es que sí. He estado presente en el encuentro con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara (PSOE), que siempre ha hecho pública su afición y jamás se ha escondido de ello. Él es conocedor de que en nuestra tierra hay miles de hectáreas dedicadas al toro bravo. Además, el programa de temática taurina de la televisión autonómica es el segundo más visto de todo el canal. En este diálogo hubo una comprensión muy grande por parte de la Administración; al igual que las exposiciones públicas que han realizado Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y la Junta de Andalucía.
¿Creen que toda esta campaña servirá para que el Gobierno ceda?
Si no pensáramos así, no se haría nada. De estas reuniones no se saca una solución concreta e instantánea, pero estamos en la convicción de que debemos ser escuchados y que tenemos la obligación de explicarles cuál es la situación real en cuanto a números de la tauromaquia, porque son grandes desconocidos. Deben ser conscientes del impacto socioeconómico que tiene en nuestro país. Estas iniciativas, contando con la fuerza y apoyo de todos, deben conseguir nuestro propósito: llegar al ministro de Cultura, para que atienda las consideraciones que se la están pidiendo y se le dé el trato que merece el mundo del toro.
De momento ya se ha anunciado que sí les va a recibir, ¿siguen pensado que debe dimitir?
Tuvimos que pasar a la acción tras ser ignoradas las diez cartas que le hicimos llegar. Fue a través de la Fundación Toro de Lidia donde establecimos esta hoja de ruta que sí ha tenido un resultado inminente y que por fin ha conseguido la llamada entre el Ministro y Victorino Martín. Ahora es el momento de sentarse a hablar.
¿Qué le van a pedir exactamente en esa reunión?
Ya son públicas las treinta y siete medidas que se le solicitaron, que estaban suscritas por todas las entidades de profesionales y por la sociedad civil taurina. Además de éstas, queremos el reconocimiento y respeto que merece la tauromaquia: un Gobierno no puede gobernar en función de sus gustos personales o los de sus socios. No podemos permitir que el ministro de Cultura que venga nos censure en cualquier sentido social o presupuestario.
Las figuras del toreo son los rostros conocidos de esta campaña, ¿quién más está detrás?
La Fundación Toro de Lidia es la encargada de dirigir esta campaña. Y después hay un número importante de personas y aficionados que, aunque no salen, son los que están empujando todo. Gracias a este movimiento estamos consiguiendo que se conozca el impacto económico real que tiene la tauromaquia. Muchos se están sorprendiendo al enterarse. O no lo hemos sabido explicar o no se ha querido que se explique, pero por encima de gustos personales está la actividad económica de nuestro país: somos el segundo espectáculo cultural más importante, sólo adelantado por el cine extranjero; y el segundo espectáculo en vivo, sólo adelantado por el fútbol. La discriminación de los presupuestos generales del Estado no representan lo que sí reportamos nosotros: sólo el año pasado se alcanzaron casi 550 millones de euros. La gente se pone de nuestra parte cuando se conocen esos números; aunque no sean aficionados.
¿Y los empresarios, están implicados?
Todos los integrantes de la fiesta estamos representados dentro de la Fundación. Después cada uno decidirá si puede o quiere dar toros.
Usted ya estuvo en la reunión con Rubalcaba de hace diez años. ¿Ha cambiado en algo el trato de la Administración?
Aunque en aquel momento nos costó trabajo, sí fuimos atendidos y pudimos visitarlo. Los políticos no siempre pueden hacer lo que quieren, pero en aquel entonces hubo un respeto; no como ahora, que no hemos recibido ninguna contestación a las diez cartas enviadas. Hemos sido ninguneados y despreciados. Son ellos los que están financiando una serie de espectáculos que sí son deficitarios. Pese a que el mundo del toro se ha mantenido por sí solo, no podemos permitir que se nos margine. El colmo ha sido que hayan utilizado esta pandemia para marginarnos aún más. Lo positivo es que hemos tenido capacidad de reacción y nos hemos unido de una vez por todas.
¿Se había estructurado el toreo durante este tiempo?
A pesar de todos estos ataques, el toreo tiene mucha fuerza.Tenemos en frente a unos lobbies muy organizados que cuentan con presupuestos multimillonarios para luchar contra el mundo animal. Y nosotros también debemos asumir nuestra parte de culpa: por momentos hemos estado pendientes únicamente de nuestras carreras y éxitos, y en cierta medida no le hemos prestado atención a las necesidades del sector. Aun así, hemos demostrado que nunca es tarde: lo que no habíamos conseguido en tres meses con este Gobierno, sí ha llegado en tan sólo una semana. Hay que seguir trabajando en las pautas que nos marcamos en aquella reunión.
Por cierto, usted ha sido de los toreros más activos durante el primer tramo de la cuarentena: sus vídeos han sido un éxito total, superando los veinticinco millones de reproducciones ¿Cómo surgió esa idea?
Se le ocurrió a mi jefe de prensa, Manuel Jesús Montes, y la lectura final es extraordinaria. A medida que íbamos viendo el éxito que estábamos obteniendo, mayor implicación poníamos. Son más de 25 millones de reproducciones a través de tres plataformas, y sin un euro de publicidad. Hay que recalcar que no hubo ninguna inyección económica para su promoción. Te das cuenta de que el toreo explicado y enseñado tiene mucho atractivo y tirón. Ha sido el día a día, reproducción a reproducción, mostrando lo que es el mundo rural; porque sólo hemos salido tres veces toreando, el resto ha sido la muestra de lo que es una explotación ganadera de bravo, manso, porcino…
En la última entrega veíamos a su cuadrilla. Se está hablando de ellos como los principales perjudicados de esta grave crisis, ¿cómo lo están llevando?
En mi caso concreto hay que tener en cuenta que no habíamos toreado en esta temporada. Mi cuadrilla, como tantas otras, llevan más de siete meses sin ingresar un euro. Todos son padres de familia y lo están pasando muy mal. Algunos habían podido ahorrar algo, pero son casos muy puntuales porque en los últimos años se está toreando menos y hay menor capacidad de ahorro. Tienen sus hipotecas, sus pagos que afrontar, letras de los coches... Y también hay matadores que torean poco; ganaderos que, pese al parón de la actividad, tienen que mantener los sueldos de sus fincas, la alimentación y cuidado de sus ganados... A distintos niveles, pero esto afecta a todo.
Precisamente ha generado mucha polémica el borrador de la Junta de Andalucía, que propone la reducción de cuadrillas, ¿qué opinión tiene?
Desde la Unión de Toreros hemos mostrado nuestra absoluto rechazo. No creo que sea el momento de quitar a ningún hombre. Y mucho menos con esta situación que estamos viviendo. Por delante de esta reducción hay muchos otros costes que se pueden abaratar.
¿Cree que habrá toros este año?
Tengo que reconocer que al principio lo veía todo muy negro por la situación que teníamos, sin saber cuándo llegaría el final. Afortunadamente, esos malos datos han bajado. Siento una gran voluntad por parte de los compañeros de arrimar el hombro y de hacer que el año no pase en blanco. Estoy convencido que si todos aportamos nuestro granito de arena, se podrá hacer. Contando siempre con que el asunto sanitario siga mejorando y que las medidas del Gobierno no sean tan discriminatorias, que sean como el resto de espectáculos culturales.
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