López Simón y Cayetano Martínez de Irujo: toros y deporte en el Mano a Mano de Cajasol

El diestro y el jinete han compartido historias de sus aficiones y pasiones, con la tauromaquia como eje de la conversación

Martínez de Irujo y López Simón, con el moderador de la charla R. DOBLADO

LORENA MUÑOZ

«Quien no sufre no triunfa» , sentenció Cayetano Martínez de Irujo al hablar de sus experiencias como jinete en el mano a mano que compartió con el torero madrileño Alberto López Simón. El encuentro, el número 41 de los organizados por la Fundación Cajasol, sirvió para conocer las vivencias de ambos -a los que les une una gran amistad- en sus respectivas profesiones.

El esfuerzo y el trabajo para conseguir logros en el mundo del toro y de la hípica centraron el diálogo en el que se sucedieron confesiones por parte de los invitados. Para empezar, Cayetano desveló que había toreado en el campo . «De pequeño sí que lo que hice, pero a partir de los quince años me temblaba todo cuando me decían que saliera. Lo más difícil que hay es dominar el miedo», aseguró.

Por su parte, López Simón relató cómo hizo para entrar en la escuela taurina de Madrid y convenció a su madre para firmar la autorización «y aprender a torear de salón». «A pesar de que me encantaba torear, estuve a punto de dejarlo. Soy bastante tímido y me costó empezar. Un maestro me dijo que cogiera mis cosas y me fuera a mi casa, que nunca iba a llegar a ser torero. Ahora me ve y es de los que dice que ya sabía que iba a llegar», comentó entre risas.

«Trabajar en silencio»

Unos comienzos que tampoco fueron fáciles para Cayetano. «Empecé a montar por tradición familiar pero, aunque parezca que no, lo tuve todo en contra. Fuera pensaban que lo tenía fácil porque venía de un palacio, pero llegué a competir con caballos alquilados. Cuando fui olímpico en Barcelona fue inolvidable. Por fin mi familia y mi madre se sintieron orgullosos de mí y de donde había llegado sin ayuda de nadie».

Tanto Alberto como Cayetano coincidieron en la importancia de «trabajar en silencio» con el toro y el caballo. «A los caballos hay que hablarles porque es fundamental tener psicología con un ser vivo al que montas seis u ocho horas diarias. La conexión tiene que ser total, tienes que saber interpretarlo y guiarlo», argumentó. Una filosofía que comparte el diestro. «En el toreo no todo es entrenar y estar preparado, sino que hay que tener una conexión psicológica y mental con el animal para fusionarte con él y que te dé sus mejores embestidas. Tienes que entregarte en cuerpo y alma, y cada vez que sales a la plaza, tienes que estar dispuesto a que pueda pasar cualquier cosa».

¿Hay arte en la hípica? , preguntó el moderador, el periodista José Enrique Moreno: «Sí, claro que sí, es una combinación de arte y técnica», aseguró el jinete. Para López Simón, «las grandes faenas combinan arte, técnica y entrega que se materializa en esas obras de arte que se han realizado a lo largo de la historia del toreo».

Preguntado por sus gustos taurinos, Cayetano reconoció no ser muy entendido. « Mi madre era muy currista y yo sinceramente no , porque soy muy currante y por eso quizá soy del Atlético de Madrid. Me gustaba Manzanares padre y ahora el hijo. Me gustan El Juli, Ponce y ahora soy albertista total». López Simón señaló que el torero que más le marcó cuando empezaba su carrera profesional fue Manolete.

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