TOROS EN SEVILLA. FERIA DE SAN MIGUEL

A Juan Ortega hay que pasearlo en andas por Triana

Sevilla debió sacarlo en hombros tras cuajar el mejor toreo a la verónica que se ha realizado en la Maestranza en el siglo XXI

Juan Ortega cuajó el mejor toreo a la verónica que se ha realizado en la Maestranza en el siglo XXI Raúl Doblado

Jesús Bayort

Como los números son para los matemáticos y las orejas «sólo son despojos» (Curro Romero dixit), a Juan Ortega debieron sacarlo a hombros . Pero no de cualquier manera: tenían que haberlo llevado hasta Triana y pasearlo a modo de viacrucis , por las catorce estaciones del toreo alfarero. Empezando por la casa natal de Antonio Montes y terminando por la de Muñoz , y entremedias por la de Chicuelo , la de los Puya , la de Cagancho y la de Susoni .

En el toreo ya no quedan majaretas que huyan de la moderación. Como aquellos disparatados belmontistas que quisieron coger prestadas las andas de la virgen en la iglesia de Santa Ana para pasear en ellas al Pasmo de Triana . ¡Ay, si Juan Ortega hubiera toreado con el capote así hace cien años!

Como Corrochano ya dijera de Belmonte , Juan Ortega no es un torero: es un símbolo. Es el eslabón perdido del toreo trianero . La pieza que remata el puzle. La amalgama que mezcla la pasión belmontiana, el embrujo de Cagancho y el compás de Gitanillo de Triana . Donde los demás colocan los nudillos de los dedos, Juan –Ortega– coloca las palmas de sus manos . Y de su embroque surge una filosofía de vida . Pura y veraz.

Si aquí quedara una pizca sensibilidad, al ‘muchacho’ de Triana le habrían obligado a dar una vuelta al ruedo tras rematar la antología capotera. Veintidós años llevaba Sevilla sin vibrar de esa manera con unos lapazos. Desde aquel sábado de preferia de 1999 en el que Curro Romero, vestido de verde y oro , leyera el evangelio.

Apunte de Humberto Parra sobre el toreo a la verónica de Ortega Humberto Parra

A la salida de aquel manicomio me paró en seco el también trianero Manuel Luque ‘el Aguardientero’ : «Sólo he conocido a tres toreros capaces de torear así con el capote: Antonio Ordóñez, Curro Romero y Rafael de Paula . Ha dejado en ridículo a toda una generación de matadores. Es para preguntarles: ¿ qué habéis estado haciendo ustedes durante todo este tiempo?».

J uan Ortega ha descifrado el enigma del toreo a la verónica , a través de la pureza y la sencillez. Su capote abrió la puerta del tiempo para flotar ingrávido sobre la antología del toreo . Tras ese trance cimero , el usía debió ordenar el fin de la corrida. Había que digerir aquello. Todo lo que viniera después, estaba de más. Y yo me hubiera ofrecido como costalero para pasearlo en andas por Triana.

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