Toros
Un ganadero algabeño sacrificará un toro para donar la carne a sus vecinos más necesitados
Antonio Lunar «El Nene» va a llevar al matadero un novillo que pretendía lidiar este año y lo envasará al vacío para quienes lo soliciten en Cáritas Parroquial de La Algaba
El ganadero algabeño Antonio Lunar , angustiado por la dramática situación que viven algunos de sus vecinos y por la caída del precio de la carne por exceso en los mataderos , ha decidido sacrificar uno de los novillos que tenía previsto para lidiar durante esta temporada y e nvasar al vacío su carne en paquetes de dos kilos.
Este vecino de la comarca de La Vega del río Guadalquivir se ha ofrecido con esta iniciativa a la labor que ya realizan Cáritas parroquial y los servicios sociales del Ayuntamiento. «En el pueblo hay muchos vecinos que acuden a diario a solicitar comida, y en la mayoría de los casos se les ofrecen productos no perecederos. ¡ A saber desde cuándo no prueban la carn e !».
« El Nene », como le conocen sus vecinos, se dedica al trato de ganado para su posterior venta a los mataderos. Durante la conversación no deja de hacer hincapié en los «ridículos» precios que están pagando las grandes superficies desde que comenzó esta crisis del coronavirus: « Cuesta más dinero el empaquetado que la carne en sí. ¿Cómo puede ser más caro el plástico que el alimento? Están cayendo los precios y el toro está rondando ya los trescientos euros . Me da hasta vergüenza cuando hago tratos con compañeros y les digo lo que les puedo pagar».
Además de ganadero, también ha organizado varios festejos por la provincia de Sevilla . En La Algaba es el encargado de la suelta de reses por las calles del pueblo y en su plaza de carros. «Las sueltas de reses son los festejos que mejor van a encajar esta crisis: una vaca con grandes pitones se paga a 400 euros . Más que por un toro en el matadero».
Se acuerda ahora de las discusiones que mantenía con su padre a raíz del ganado bravo: «Nosotros siempre habíamos tenido vacas mansas y el hecho de empezar con el bravo fue por mi afición. No me arrepiento, pero económicamente es una ruina : un becerro manso con cinco meses, y engordándolo, se paga a 500 euros; lo mismo que un toro que han estado criando más de cuatro años entre algodones ».
Esta ganadería está dividida en dos fincas: las vacas de vientre pastan en Guillena y los machos se trasladan desde becerros a La Algaba. En la misma orilla del Río los cría hasta que son lidiados. Son los toros bravos más próximos que tiene la capital hispalense: están a tres kilómetros de San Jerónimo .
Explica otro de los problemas que se están encontrando muchos ganaderos para tentar sus toros durante este tiempo: « La nueva ley de Bienestar Animal persigue a todo aquel que lleve un toro con unas heridas al matadero . Por lo tanto, no podemos tentar un toro en la finca y embarcarlo después, porque las heridas del puyazo requieren un tiempo para su cura. Es un problema tras otro. Están asfixiando a la tauromaquia ».
Por el momento mantiene la ilusión de poder lidiar los novillos que le quedan en su finca . «La feria de La Algaba aún no está suspendida. Yo no pierdo la esperanza de poder torearlos en alguna plaza este año».
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