Contracrónica de San Miguel
¡Qué categoría de novillada, don José!
La extraordinaria novillada que ha lidiado este martes El Parralejo ha sido el mejor homenaje que sus pupilos podían hacerle al añorado José Moya Sanabria

La categoría es posiblemente la medalla más difícil de obtener en esta vida. Cuesta mucho conseguirla y resulta demasiado fácil perderla. Llega sola, pero nunca viene de casualidad. Y a José Moya le vino por varios frentes: como persona, como empresario y como ganadero . ¿Cuántos criadores de reses bravas consiguieron su palmarés en escasos quince años? Me atrevería a decir que muy pocos. Por hechuras y por comportamiento , la novillada de El Parralejo no es que fuera la mejor que ha lidiado esta ganadería en la Plaza de Toros de Sevilla , es que ha sido el mejor encierro que aquí se ha lidiado en muchos años . Tan brava y enclasada como bien presentada. En definitiva, una novillada de categoría.
Durante los últimos días veníamos versando en estas páginas sobre nuestro anhelo por recuperar el famoso ‘toro de Sevilla’ . Ese animal que ningún ganadero se atreve ya a embarcar , más por el miedo a lo que ocurra a las doce de la mañana que por lo que pueda suceder a las seis de la tarde. El toro grande y basto siempre se aprueba en el reconocimiento ; el bonito (que no chico), no.
Por eso hay que darle aún más mérito a lo que ha hecho la familia Moya Yoldi : traer la novillada que ellos querían, que la afición demandaba y que los novilleros necesitaban.
‘Jalaperras’, ‘ Pelirrojo ’, ‘Despótico’, ‘Senador’, ‘Cantamaña’ y ‘Bético’. Cada vez que uno asomaba por la puerta de chiqueros mejoraba lo del antecesor. En tipo y en comportamiento. Y mira que fue completo el castañito primero, que tardó en calentarse pero vaya cómo se calentó. Qué lástima que ni Eolo quisiera perderse la presentación de un nuevo Vázquez del viejo arrabal de San Bernardo . El tercero fue otra máquina de embestir, aunque bajara pronto la persiana. La movilidad del quinto... Es que fueron todos tan diferentes como interesantes .
No se me ocurre mejor homenaje para el recordado Pepe Moya . Seis de seis. Y porque no salió el sobrero ‘Quirrito’ . Sin viento, y con mayor acierto en la suerte suprema, estaríamos hablando de un festín de orejas . Por eso faltó sensibilidad en la plaza para sacar, al menos, al mayoral a saludar .
Y nuevamente fue protagonista José Manuel Tristán . La Banda Tejera suena como ninguna, pero los focos los deberían acaparar los toreros y los ganaderos , no el director de una orquesta.
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