¿Cómo es la vida rural de un torero durante la cuarentena por el coronavirus?

Miguel Ángel Perera comparte diariamente sus labores ganaderas, que alcanzan el millón de reproducciones

El torero extremeño tiene su residencia fijada en el término municipal de Olivenza (Badajoz) @InfoMAPerera

Jesús Bayort

La actividad rural y ganadera continúa con normalidad: los animales son ajenos a cualquier estado de alarma o confinamiento. Y necesitan las atenciones de sus criadores, legítimos animalistas . Sin autoproclamaciones ni golpes en el pecho. Los mismos que hace un mes ocupaban las autovías en una marcha para defender sus derechos, hoy doblan su jornada desinfectando municipios con sus tractores y realizando sus obligaciones agrícolas y ganaderas.

Es por ello que el diestro Miguel Ángel Perera , ganadero intensivo y extensivo de bravo y manso , ha decidido dar a conocer a los internautas las rutinarias labores de estas personas del campo. El extremeño está publicando diariamente vídeos didácticos junto a los empleados de su finca « Los Cansaos », en el término municipal de Olivenza ( Badajoz ). Sus publicaciones están próximas al millón de reproducciones en sólo una semana. Cifras dignas de mención para el sector taurino y rural.

Perera lo tiene claro: « Los animales no entienden de crisis ni de coronavirus ». Con estos vídeos espera que se valore las funciones de los trabajadores del campo. «Muchas personas siguen realizando su trabajo a pesar de esta situación estamos sufriendo. Gracias a ellos los supermercados siguen abastecidos . ¿Qué sería de nosotros si no contáramos con sus alimentos?».

https://twitter.com/InfoMAPerera/status/1241406978741669893

Aparcada cualquier actividad taurina sine díe, sus entrenamientos han bajado la intensidad y su implicación ganadera es máxima. Así lo relata: « Voy a cambiarme de vestido: del traje de luces al campero ». En esta finca tiene fijada su residencia familiar junto a su esposa, Verónica Gutiérrez Lorenzo (hija del Niño de la Capea ), y la primogénita de ambos, Carmen . Allí se cría una escisión del ganado murubeño que en su día compró el maestro salmantino.

Es curioso que Perera está siendo el torero más comprometido y activo en las redes sociales durante esta cuarentena, pese a que no posee perfil personal en ninguna de estas redes. Se marchó de ellas hastiado de reproches improcedentes de pseudo-aficionados a la tauromaquia. Sin rencor ni complejo, el torero espera «que estos vídeos sean de vuestro gusto y os sirva de distracción».

En el primer capítulo del canal, el torero reagrupó a las vacas mansas durante los días de lluvia de la semana pasada, para preservarlas de los cercados más afectados por el temporal . «Esta noche han caído 35 litros de agua. Hay un lote de madres que estaban en una parte sembrada y las hemos sacado para evitar que hagan más dañ o». El torero se manejaba en la finca sobre un quad: «Solemos hacer todo el manejo a caballo, pero en esta ocasión es lo más práctico y rápido durante una jornada de lluvias».

En la siguiente entrega se muestra el primer contacto humano en la vida de un becerro: el acrotalamiento . Un proceso que consiste en separar momentáneamente la cría de su madre para colocarle la numeración con la que será identificada y registrada en la oficina comarcal agraria. Como se ve en las imágenes, no es una labor fácil: las madres rápidamente embisten en defensa de sus crías.

Otro capítulo está dedicado al manejo de los añojos y los toros de la ganadería. El torero, garrocha en mano , enseña las mangas que utilizan en las fincas (una especie de pasillos destinados a mover a los animales de un cercado a otro). En este vídeo enseña los toros que tenía preparados para lidiar durante esta temporada: «Ojalá que esto se retome por el bien de todos». Junto a los caballistas aparecen los cabestros, complemente indispensable en cualquier labor ganadera.

«Hoy hemos tenido el día más tranquilo y vamos a aprovechar para pesar unos becerros mansos y ver si dan el peso para meterlos en el cebadero, pensando en que acabe pronto esta crisis, y puedan salir pronto». Así explicaba la jornada el torero. Después de esta labor, y amparado por un caballista, acosa y derriba algunos de estos mamones.

La siguiente entrega tiene matices más sentimentales: aparece en escena un becerro recién nacido que se encuentra débil por no haber mamado de su madre. Para intentar sacarlo adelante le dan calostros de una vaca lechera de la finca que recién había parido. «Vamos a intentar hacerlo aquí rápido en el campo para no manosearlo mucho y que así la madre no lo abandone ».

Vuelta a la actividad. Aunque la temporada taurina esté en vilo, Perera no quiere perder su forma física y en este capítulo se graba mientras corre por los senderos de la finca. Dedica palabras de ánimo a su cuadrilla: « Pronto volveremos ». «Realmente este es mi día a día tanto en temporada como en pretemporada. Esta es la vida de un torero: la preparación, los tentaderos, los ejercicios diarios... Lo otro es la vida del campo, a la que yo me uno cuando mis compromisos me lo permiten ».

La penúltima entrega vuelve a los animales mansos. Otra vez toca acrotalar a un becerro recién parido. La madre saca su instinto de protección y embiste como si fuera brava a los que perturban su tranquilidad.

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