Toros

Cómo asegurar el futuro de la Fiesta Nacional

El ciclo de novilladas de promoción de Sevilla cumple 34 ediciones, modelo de apuesta por la cantera

Un total de 18 novilleros se anuncian en la Maestranza en julio JUAN FLORES

Lorena Muñoz

Julio será de nuevo un mes de ilusión para los novilleros que están anunciados en la Maestranza. El ciclo de promoción de nuevos valores de Sevilla cumple 34 años . La cifra habla por sí sola y del compromiso que la empresa Pagés –con el auspicio de la Real Maestranza , que premia a los ganadores– tiene con la cantera.

Cuatro son los festejos, los cuatro jueves del mes, con cuatro ganaderías de postín: La Quinta, Villamarta, Juan Pedro Domecq y Jandilla. Tres novilladas clasificatorias en las que 18 novilleros se jugarán uno de los tres puestos en la gran final de triunfadores. Y con el mejor ambiente de las nocturnas y el aliciente de que el triunfador tendrá un puesto en el ciclo que La Algaba celebra en el mes de septiembr e.

Habrá representantes de 12 escuelas taurinas, tres de ellas sevillanas . De hecho, 8 novilleros son de Sevilla y su provincia, 9 de distintos lugares de España y un francés. Como es habitual, la empresa ha recibido más del doble de solicitudes que puestos hay en los tres festejos. Estos datos demuestran que hay muchos jóvenes que quieren ser toreros pero menos oportunidades .

La cuestión no es nueva pero no por ello debemos dejar de abordarla cuando se presenta la ocasión. En estas páginas hemos pulsado la opinión de quienes conocen cómo funciona el sistema. Desde Tomás Campuzano , matador de toros y ahora apoderado, hasta el torero Pepe Luis Vargas , maestro en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla que se ha estrenado como mentor con Juan Ortega, pasando por el empresario Carmelo García, que antes también se enfundó el chispeante. Todos coinciden en las mismas cuestiones y, por supuesto, con la cuestión económica de fondo y como espada de Damocles.

Las novilladas sin picadores en Sevilla son un ejemplo de lo que debe ser. Los festejos de promoción son, como siempre lo fueron, la base del toreo , como es la cantera en el fútbol. Desde la Asociación Andaluza de Escuelas Taurinas «Pedro Romero» se organiza un ciclo de novilladas de promoción que en 2019 ha llegado a la edición número 25. Pero más allá de estos certámenes, este tipo de festejo sobrevive a duras penas con un futuro más que incierto.

El panorama sin picadores todavía es viable pero todo se complica y dispara con caballos. Proteger y regular las novilladas picadas era una cuestión que estana incluida en el borrador de Reglamento Taurino de Andalucía del anterior Gobierno andaluz. Estamos deseando conocer cuál es el nuevo.

Menos oportunidades que nunca

«A ver si triunfa en Sevilla y le sale un apoderado». Son las palabras de Antonio Alfonso Martín , que prepara y ayuda en lo taurino a Manuel Rueda, uno de los sevillanos anunciados el 11 de julio en la Maestranza. Le avala su experiencia en la profesión: Curro Romero le dio la alternativa el Domingo de Resurrección de 1978 y fue banderillero de Emilio Muñoz, Litri, Chamaco o Julio Aparicio.

«Por las escuelas torean algo pero no lo suficiente. Antes un chiquillo con posibilidades toreaba 60 y hoy para que toree 15 tiene que ser uno de los mejores porque prácticamente no hay novilladas», asegura. Un problema que se agrava. «Hay muchas ganaderías que están desapareciendo y hay menos tentaderos. Con este panorama lo tienen muy complicado. Los  nostálgicos como yo o como Pepe Luis Vargas estamos para animar a los chavales», explica.

«Antes había novilladas en todos los pueblos y el que triunfaba podía repetir. Un puntero podía torear 80 y ahora una tercera parte, 30 como mucho. Se han dejado de dar en la mayoría. Los ayuntamientos cuando les hablas de una subvención para un festejo taurino salen corriendo como un ratón cuando ve un gato y hay plazas cerradas », argumenta. En su opinión, «hay ayudas para todo pero no para el tema taurino y los empresarios no se pueden echar para adelante porque cuesta mucho y el público no responde».

Cree que no es falta de afición, sino al contrario. «Hay muchos que quieren ser toreros el problema es que hay menos oportunidades que nunca. Pocos llegan a debutar con caballos . Hay una cantera extraordinaria y todos torean bien. Hay buenos profesores, muchos matadores de toros que están con cariño en esto y los están enseñando bien. El problema es la falta de festejos y los chavales no están lo preparados que deberían pero así tienen que llegar».

¿Mejor sin picadores?. «Sí, está mejor porque con caballos si no hay un padrino que esté dispuesto a comprar toros o que ayude es difícil. Por eso tantos chavales llegan a las plazas de primera sin garantías . Cuando tomé la alternativa había toreado cerca de 200 festejos», apostilla

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