Las Colombinas

Andrés Romero, a hombros en el cierre colombino

El rejoneador onubense corta dos orejas en el sexto y abre la Puerta

Grande del coso de la Merced. Cartagena y Ventura obtienen un trofeo

Andrés Romero, de gris, dos pinchazos y rejón Alberto Díaz

Lorena Muñoz

El público no faltó a la cita con la corrida de rejones que cerró Las Colombinas. Hubo más de tres cuartos de entrada para un festejo que se antojaba triunfal. El manejo de los aceros, el juego del ganado de Los Espartales y el palco que mantuvo la exigencia a persar de la petición de trofeos hizo que solo Andrés Romero abriera la Puerta Grande del coso de la Merced tras cortar las dos orejas del sexto, «Cantaor».

Lo esperó colocado en el centro del ruedo montando a «Perseo» para clavar el primer rejón nada más salir. Con «Caimán» colocó banderillas de costado y al quiebro con «Guajiro» saliendo de la cara con piruetas que emocionaron a la afición onubense. Citó muy en corto y acabó por meterse al público en el bolsillo. Cuando llegó el momneento del rejón de muerta tenía los trofeos en la mano. Acertó a la primera y esta vez sí cortó las dos orejas.

Con el marsellés paró al tercero que tampoco tuvo mucho empuje ni fijeza así que las puso el onubense. Con «Kabul» en banderillas logró clavar arriba con mucha voluntad y ganas y para las cortas montó a «Chamán» pero a la hora de la verdad no encontró los blandos hasta la tercera y acabó saludando la ovación.

Sus compañeros de cartel no pudieron acompañarle a hombros por distintas circunstancias. Andy Cartagena cortó una oreja pero el público le pidió al menos tres. En el primero el palco no atendió la petición -que es verdad que fue más sonora que con pañuelos- después de lucirse en banderillas al quiebro con «Apolo» y con «Picasso», que conectó mucho con el público. En la boca de riego clavó tres cortas y luego a dos manos con «Pintas» . Acertó con el rejón al primer encuentro pero el puntillero lo levantó y tardó en caer.

Dos le pidieron en el cuarto, que estuvo más parado, aunque formó un lío con «Cupido» siguiendo al pasodoble en banderillas. Entusiasmó con «Banderas» y sobre todo con «Luminoso» que recorrió el ruedo varias veces alzado de manos en una imagen sorprendente. Cartagena, que pinchó a la primera, dio dos vueltas y el presidente se ganó una bronca.

Diego Ventura también cortó otro apéndice gracias a su entrega y sus ganas de triunfo ya que no lo tuvo nada fácil. Pechó con un segundo paradísimo aunque Ventura lo enceló con «Guadalquivir» de salida mientras un espontáneo se arrancó por sevillanas y Diego le brindó las banderillas que puso con «Nazarí». La falta de empuje del astado la solventó con «Lío» y con «Remate» clavando y llegando muy cerca. Se atascó con el rejón y tuvo que descabellar no sin antes gustarse y dar unos lances con la muleta.

No quiso irse de vacío de Las Colombinas así que en el quinto echó el resto. Calentó el ambiente a lomos de «Importante» en vistosas piruetas cada vez que salia de la cara del toro, galopando a dos pistas muy pegado a las tablas y remató la faena con «Nazarí», su caballo estrella, y con «Dólar» para las banderillas cortas. El momento cumbre llegó cuando le quitó el cabezal, clavó a dos manos en todo lo alto y apretó el toro espoleado por las banderillas. Ventura dejó un rejonazo al segundo encuentro y como el palco había sentado precedente, paseó una oreja. Esta vez tuvo que irse a pie.

Andrés Romero, a hombros en el cierre colombino

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