San Isidro

Andrés Amorós

La suerte suprema

Rafael Ortega, uno de los más grandes matadores de la historia, me decía, con toda sencillez: «¡Si es muy fácil! Basta con sentir, en la mano, la baba del toro»

Lo que el viento no se llevó en San Isidro

François Zumbiehl

En este mundo todo se lo lleva el viento, hasta los recuerdos. Pero este año la climatología se ensañó con la feria y se encargó de convertir la metáfora en realidad