Carteles de San Isidro: la desaparición de la clase media y el torismo
Es imprescindible que vengan las figuras, sí, pero abiertas y demostrando su imán taquillero

Leo. Y releo. Pienso. Y analizo. ¿Qué será del San Isidro de 2028? Y vuelvo a leer los avances de carteles no oficiosos (pero con oficialidad) de los portales taurinos sobre la próxima feria madrileña. Desde un bando se ve como de máxima categoría, buscando ... mantener o subir el número de abonados, apostando por las tardes de público y lleno que arrastran las figuras. Desde otro lado, cuando la margarita terminar de deshojar las tardes de figuras, aparece la otra cara de la Fiesta, otra cara muy real: las ganaderías toristas pasan a ser algo testimonial y la clase media del toreo parece llamada a desaparecer.
Cuentan que se ha hecho un pliego pensando en el aficionado –la oferta ganadora sigue sin verse con luz y taquígrafos pese a lo prometido– y se ha reducido, con los lunes al sol sin toros. Por 'h' o por 'b', sobre los papeles se observa el olvido de un grupo de toreros que, sin ser figuras, siempre han tenido eco y acomodo en Madrid, y que en lo sucesivo van a tener complicado entrar en ese segundo circuito, pues ya su sola presencia en la feria del patrón de Madrid era un aval, un escaparate al que asomarse para que el público se asomara a su toreo.
Del mapa isidril han desaparecido muchos matadores que han alimentado la cartelería venteña en los últimos tiempos. Ejemplos hay muchos. Ahí está el caso de Alberto López Simón, que visto lo visto de un sistema que exprime hasta que alguien deja de interesar, ha decidido retirarse . En su torero comunicado se lee más de un mensaje entre líneas: «Con el tiempo y a medida que disfrutaba de la magia de este animal, también conocí toda esa parte que va ligada a esta profesión y que tan alejada está del significado y verdad que representa para mí el toro bravo». Porque, claro, un tío con cinco Puertas Grandes en Madrid –¿cuántos de los que van tienen ese currículum?– no tenía cabida este año. Como no la tienen otros, con o sin salidas a hombros: Antonio Ferrera, Curro Díaz, David de Miranda, Manuel Escribano, Juan Ortega, Ángel Sánchez, David Galván, Fortes, Adrián de Torres, Octavio Chacón, Rafaelillo, Alejandro Marcos, Javier Cortés, Joselito Adame, Sergio Serrano, Rubén Pinar, Salenc, Molina... ¿De qué vale cortar orejas? ¿De qué vale hacer faenas destacadas? ¿De qué vale triunfar en la Copa Chenel? Vale que encontrar el equilibrio no es fácil, que todos no caben, que se puede correr el riesgo de caer en una batería de carteles de 'relleno', pero ¿qué hay de esa famosa apertura del Mundial de San Isidro?
La empresa quizá argumente su esfuerzo para que vengan las siempre necesarias figuras, esas que antes huían Madrid y ahora se ha convertido en una de las bazas recaudatorias de la temporada –siempre que se adapten a lo que generan en taquilla–, pero no olvidemos que de este grupo B han salido una gran número de triunfadores de los San Isidros de los 80, 90 y 2000. Que se lo digan sino al maestro Chenel por sus resurrecciones del 66 y el 82, a César Rincón en el 91, al recordado Fandiño en 2011, a Javier Vázquez en 93, al Califa en 2000, a Víctor Puerto en el 96 y tantos otros…
Está muy bien que vengan las figuras, pero abiertas y demostrando su imán taquillero. Pero claro, esos riesgos no, no vaya a ser que se destapen algunas vergüenzas. Basta ver como viene colocado el triunfador de la feria pasada, Ángel Téllez. «Es que no suena», dirán algunos. Es verdad, lo que suena es su toreo, y para sonar deben ponerle cascabeles cerca, no dejarle relegado. Aquí parece que lo rentable es retirarse y volver, y si es amparado por una casa grande, miel sobre hojuelas. Aunque al final, según los carteles avanzados por 'Mundotoro', El Cid, torero de Madrid por los siglos, parece que se ha quedado fuera...
Es imprescindible que vengan las figuras, pero el día que El Juli (25 años de alternativa), Manzanares (20), Castella (22), Morante (26), Perera (20), Talavante (18) o Emilio de Justo (15) se vayan, que no quedará mucho, vamos a tener que hacer las ferias con Roca Rey y los jóvenes. Ah bueno, y con El Fandi, que parece que en Madrid cae mejor en los carteles que, por ejemplo, la vitola de Ortega. Bueno, ser mexicano -chapó que entren Valadez y Fonseca- también es un aval con el nuevo socio venteño. Pero el futuro importa poco a los de dentro, ya pensarán los de fuera en él.
Respecto al torismo, Victorino, Adolfo, y Escolar -y La Quinta para algunos-, son los únicos guiños a un sector que va desapareciendo y que terminará por desaparecer, salvo algunas islas, en un océano Domecq que todo lo abarca. Esto es culpa de todos y de nadie. Salvo Emilio de Justo con los victorinos (ferión el suyo, aunque cuatro tardes quizá sean excesivas si se piensa en la escasez de puestos), del resto de los arriba ni se aprecian gestos ni se les espera. ¿Por qué ninguna figura quiere lo de Algarra y lo de Santi Domecq en Madrid?
Punto y aparte son los rejones, donde para que Diego Ventura haya podido torear dos tardes se han tenido que inventar la mixta. ¡En la capital! Que ya se sabe que Pablo Hermoso no quiere cruzarse con Diego ni en el tendido. Por cierto, cuando los dos monstruos se retiren, ¿cómo van a hacer las ferias, señores empresarios?
Esta feria algunos la calificarán de excelente e incluso se oirá eso de «histórica» o «la mejor del siglo». Y quizá sea una feria extraordinaria, sí, pero más del 50% de los carteles tienen más de 40 años de alternativa, a pesar de tener tres triunfadores jóvenes de la feria pasada.
El bolsillo empresarial pensará en el aderezo 'barato' de los triunfadores; el aficionado piensa en la regeneración, en los carteles de 2028 en Castellón, Valencia o Madrid... Y no le salen, aunque ya volverá algún torero al que nadie había llamado. ¡Suerte para todos!
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete