Manolo Sanlúcar, un monstruo
Serranito recuerda a la gran figura del flamenco: «Es incomparable»

Se ha ido uno de los más grandes. Era un monstruo, un gran monstruo del flamenco. Éramos dos buenos y queridos amigos. Nos hemos llevado bien toda la vida; solo tuvimos un roce y nos llevó un día... Ha sido una vida juntos.
Yo era muy poco tiempo mayor que él. Nos conocemos desde niños. Ensayábamos juntos para tocar, cuando yo estaba en el Café Chinitas, pero nos conocíamos desde niños, cuando él iba con La Paquera de Jerez y yo con Rafael Farina por Andalucía. Teníamos 17 años entonces.
Su legado es algo muy personal, muy especial. Tenía la suerte de entender la guitarra de una manera especial, con una personalidad muy grande. Y ahí se quedará. Ha enseñado tanto. Repito, era un monstruo. Alguien incomparable, y eso es lo importante. Qué personalidad, con desarrollo, trabajo, estudio y afición. No se quedó en el flamenco. Tenía mucho más que el flamenco, el 'Medea', la 'Tauromagia'... No sé si es el mejor, porque eso no existe, pero sí que era tan original esa 'Tauromagia'.
Me llevo un gran disgusto, como cuando mi querido Paco. Y ahora le pasa a Manolo. La última vez que le vi estaba delicado. Es ley de vida. Yo he vivido una temporada increíblemente mala. Estoy pensando en mí mismo cuando pienso en él, me siento mal, qué disgusto.
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Cuántos recuerdos. Manolo era una persona de mucho temperamento, duro en su pensamiento. Qué tesón. Éramos muy buenos y queridos amigos. Dos personas diferentes a la guitarra. Un beso muy fuerte a Ana, que se habrá quedado solita.