TOROS
Doce orejas y un rabo en la magna de Sanlúcar
Padilla, Fandi, Manzanares y López Simón salen a hombros tras la lidia de cuatro buenos ejemplares de El Torero y otros cuatro de Garcigrande
![Doce orejas y un rabo en la magna de Sanlúcar](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2016/08/21/v/padilla-sanlucar-U104939820248ED--1190x800@abc-Home.jpg)
Gran aceptación entre los aficionados despertó esta magna corrida anunciada en Sanlúcar . Hasta el punto de que el papel se había agotado tres días antes de su celebración, lo que supone todo un éxito y una alegría para siempre activa empresa de Carmelo García. Para redundar más en lo dilatado de un espectáculo con ocho toros, los espadas actuantes eran de esos que conciben la tauromaquia desde el punto de vista cuantitativo: Cuantos más pases den, más a gusto se quedan, impasibles a los avisos, a la escasez de calidad o al hartazgo de las demoras. Maratoniano festejo que acabó con la noche ya cerrada, agravado por el hecho de que tanto Padilla como El Fandi verifican sus propios tercios de banderillas, a los que no les faltan aderezo alguno de carrera, pasodoble o capozazos.
Abría cartel el jerezano Padilla, que antes de plasmar su lucido repertorio rehiletero ya había dibujado cuatro arrebatadas largas cambiadas y varias verónicas al tan noble como flojo ejemplar de Garcigrande que hizo primero . Inició el trasteo de hinojos y pasó con limpieza pero sin profundidad por ambos pitones a un enemigo carente de celo, de casta y de pujanza. El certero broche de una media estocada en todo lo alto le valieron los dos primeros trofeos de la tarde. Tras un airoso quite por faroles, volvió Padilla a mostrar sus reconocidas cualidades banderilleras ante el quinto, animal de franca condición que repetía con nobleza y casta las embestidas. El jerezano elaboró una faena entregada y pondonorosa que refrendaría con una estocada tendida.
FOTOS: Las imágenes de la corrida en Sanlúcar
El Fandi recibió a su anovillado primer ejemplar con larga cambiada, mecidas verónicas y chicuelinas en un espectacular y luminoso saludo capotero. Estampó después un florido quite por lopesinas rematadas con airosa serpentina. Y tomó los palos, en cuyo ejercicio mostró lo más granado y vistoso de su repertorio, pleno en variedad y gimnástica exhibición. Aprovechó después el granadino la boyante, humillada y larga embestida de la res para dar la gran cantidad de pases, unos más pulcros otros más toscos, que ésta le permitió. Con pinchazo y estocada puso fin a su labor. Más seria, aunque igual de noble, resultó la condición de su segundo oponente, un castaño de embestida pronta y repetidora, con el que El Fandi elaboró una dilatada faena, pródiga en todo tipo de muletazos, a la que puso tardío broche de estocada y de escabello.
Hizo tercero un bien presentado y encastado ejemplar de El Torero , que apretó en el caballo y otorgó interés y veracidad a todos los detalles de su lidia. Negro bragao, meano y girón con el que no se confió del todo Manzanares y al que pasó con múltiples derechazos carentes de apreturas. Terminó su labor de pinchazo y estocada. El séptimo de la tarde fue un animal de gacha cornamenta y abanta condición, al que solo se le señaló el puyazo. Manzanares se fajó con denuedo con el manso, del que llegó a extraer algunas tandas estimables de derechazos y naturales. Culminó su actuación con la ejecución de un gran volapié.
Verónica de manos bajas y cadencia presta las que López Simón instrumentó al bravo astado de El Torero que le cupo en suerte. Sin apenas picar, llegó éste con cierto brío y codicia al último tercio, pródigo en embestidas largas, nobles y entregadas. Óptimas condiciones con las que el diestro madrileño elaboró una faena larga y desigual, antes de incrustarse entre los pitones y encandilar a la concurrencia con su valeroso toreo de cercanías. Pero falló a espadas y perdió con ello los trofeos. Careció de entrega, de casta y de fortaleza el colorado de Garcigrande que cerraba el festejo. A pesar de ello, López Simón, que había contemplado el triunfo de sus compañeros, salió decidido a no dejarse ganar la pelea. Imprimió largura y gusto a su toreo al natural, aprovechando el buen pitón izquierdo del toro, en faena pulcra y medida. Tras una buena estocada logró el salvoconducto para atravesar a hombros la puerta grande .
LA FICHA
Toros . Se lidiaron cuatro ejemplares de Garcigrande; primero, segundo, séptimo y octavo, justos de presencia y descastados. Y cuatro de El Torero, bien presentados y encastados. Al quinto se le dio la vuelta al ruedo.
Juan José Padilla . De grana y oro. Dos orejas y dos orejas y rabo.
El Fandi . De azul y oro. Oreja y dos orejas.
José María Manzanare s. De azul y oro. Oreja y dos orejas.
López Simón . De azul marino y oro. Nuevo en esta plaza, ovación y dos orejas.
Plaza Toros de Sanlúcar. Lleno de no hay billetes.