El virus se lleva por delante el Campo del Toro, epicentro del toreo en Aragón
El restaurante junto a la Misericordia ha sido durante más de treinta años punto de encuentro de profesionales y aficionados
![Plaza de toros de la Misericordia](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2020/08/23/mise2-k8TB--1248x698@abc.jpg)
Si la epidemia del coronavirus está marcando de la peor forma posible la temporada taurina, el temido Covid dispara también con gran puntería contra lugares emblemáticos de ocio, que van desapareciendo en un lamentable gota a gota. Es el caso del Campo del Toro, un restaurante situado junto a la plaza de toros de la Misericordia de Zaragoza, que ha sido desde mediados de los años ochenta un punto de encuentro de profesionales y aficionados, considerado como el auténtico epicentro del toreo, no solo de la capital aragonesa, sino de todo Aragón.
Su actual propietario , Chema Sanjuan , miembro de una familia de profesionales taurinos, ha confirmado que las tertulias y las noticias taurinas dejarán de circular por este singular local, un verdadero museo por las fotos, carteles, cuadros, trajes de luces y cabezas de toros que pueblan sus paredes.
Lo cuenta Raúl Lahoz en Heraldo de Aragón, que hace un recorrido por la historia del centro taurino, mucho más que un restaurante y un bar. Por su barra y por sus mesas ha desfilado todo el toreo de los últimos treinta años. Políticos, desde presidentes del Gobierno a humildes concejales de fiestas que llegaban para orientarse de las posibilidades para su programación taurina. Pintores, escritores, cantantes, deportistas, periodistas, y todas las figuras del toreo desde Manzanares a Talavante , de Joselito a Morante, y todos y cada uno de los toreros aragoneses de plata y de oro, que tenían el local como centro de contratación al estar frecuentado por empresarios y apoderados. Cada feria, apoderamiento o nuevos contratos para los diestros aragoneses no tenían carácter “oficial” si antes no pasaba por el fielato del Campo del Toro.
El restaurante lo abrieron el novillero Jacinto Ramos y el subalterno Fernando Moreno, que consiguieron heredar todo el ambiente de “La Taurina”, una pequeña taberna situada frente a la plaza de toros, que fue durante décadas el referente para toreros y aficionados. A su cierre, el Campo del Toro se convirtió en escenario de tertulias, sede de peñas taurinas , un entrañable punto de encuentro, que ahora, tras el cierre obligado por el estado de alarma, no va a volver a abrir sus puertas. Su propietario se lamenta: “Es muy complicado abrir todos los días la persiana y tener que cumplir estrictas medidas de aforo y otras restricciones. Con mucho dolor de corazón tengo que decir que no vamos a volver a abrir”.