¿La última corrida de toros en Palma de Mallorca?
La intención del actual tripartito balear de prohibir los festejos abre incógnitas sobre el futuro de la Fiesta en el Archipiélago
Una de las grandes preguntas que se hacen estos días los aficionados a los toros en Baleares es si el festejo programado para este jueves por la noche será o no el último que podrá verse en la plaza de toros de Palma . Cabe recordar que el tripartito que preside la socialista Francina Armengol ha puesto en marcha hasta ahora dos iniciativas contra la Fiesta en el Archipiélago, una ya aprobada en febrero y otra que todavía está en trámite parlamentario y que previsiblemente se validaría el próximo otoño.
Tal como sucedió en Cataluña hace cuatro años, cuando se hizo efectiva la prohibición de las corridas de toros, el cerco se ha ido intensificando poco a poco también en Baleares. Hace justo un año, Palma fue declarad a ciudad antitaurina por el actual equipo de gobierno municipal, conformado por el PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Som Palma, que es la marca blanca de Podemos en la capital balear.
Posteriormente, hace seis meses, la Cámara autonómica aprobó una proposición no de ley relativa a la prohibición de los espectáculos taurinos en todas sus formas y a la supresión de cualquier ayuda pública para estos eventos. La moción contó con los votos a favor del PSOE, MÉS y Podemos. Dicha proposición también instaba a prohibir cualquier espectáculo que cause sufrimiento a un animal.
Lo único seguro por ahora es que este 4 de agosto los aficionados podrán disfrutar aún de un cartel de auténtico lujo, con los matadores Enrique Ponce, José María Manzanares y Alejandro Talavante . Habrá además el atractivo añadido de que dicha corrida supondrá el debut del maestro de Chiva en Palma de Mallorca, donde el martes llegaron en barco cinco toros de Juan Pedro Domecq y tres de Núñez del Cuvillo . La pasada semana, el Coliseo Balear había acogido ya otro festejo taurino de mucho atractivo, con los diestros Juan José Padilla, Francisco Rivera Ordóñez «Paquirri» y David Fandila «El Fandi». Algo más de 3.000 personas asistieron a dicha corrida, que culminó con Padilla y con El Fandi saliendo a hombros de la plaza.
Por lo que respecta a la iniciativa parlamentaria que aún se está tramitando, se trata de una reforma de la Ley de protección de los animales que viven en el entorno humano, aprobada por el PP en 1992, que de modificarse tal como quiere ahora el tripartito supondría en la práctica la prohibición de las corridas de toros en las Islas y también la supresión de espectáculos como el centenario «correbou» del municipio mallorquín de Fornalutx.
Tal vez el «correbou» de Fornalutx aún podría salvarse, pues en estos últimos meses ha ido cobrando fuerza en el seno del PSOE la idea de permitir que pueda seguir celebrándose con algunos cambios, idea que no comparten ni MÉS ni Podemos. En cambio, las tres formaciones sí coinciden en su intención de prohibir las corridas de toros en Baleares lo antes posible.
En ese contexto, semanas atrás el Gobierno central se puso ya en contacto con el Ejecutivo regional para advertirle de que no puede prohibir los festejos taurinos. En caso de que el PSOE, MÉS y Podemos persistieran en su propósito, el asunto podría acabar dilucidándose en el Tribunal Constitucional .
En el escrito enviado a la Consejería de Presidencia por la Dirección General de Coordinación de Competencias con las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales, se recuerda al Gobierno balear que las corridas de toros están protegidas en toda España por una ley de carácter estatal.
Por su parte, la portavoz de Armengol, la socialista Pilar Costa , indicó el pasado mes de julio que la intención del Govern en relación a la ley autonómica que se quiere cambiar ahora es que «antes de que se continúe con la tramitación parlamentaria o se llegue a su aprobación definitiva en el pleno, se puedan hacer las modificaciones oportunas a fin de que se cumpla de forma estricta la legalidad».
En cualquier caso, si finalmente saliera adelante el propósito del tripartito de prohibir los festejos taurinos, esa situación no sería definitiva, ya que en caso de que Baleares volviera a contar en un futuro con un Ejecutivo popular, las corridas de toros volverían a estar presentes en los cosos de los diferentes municipios de las Islas. Aun así, previsiblemente habría algunas restricciones, como la prohibición de que los menores de 16 años puedan asistir a los festejos taurinos, limitación que en su momento fijó ya el PP cuando aprobó en 1992 la Ley de protección de los animales que viven en el entorno humano.
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